Emilio Vaschetto: "Sin una invención andar por el mundo es algo difícil"

En esta nota el médico psiquiatra y psicoanalista explica las relaciones entre "Feminidad, locura y psicosis". También observa los puntos en común entre el arte y el síntoma.

03 Ago 2014
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EL PROFESIONAL. Emilio Vaschetto estuvo en la provincia para dictar una serie de charlas. FOTO LA GACETA/DANIEL MEDINA.

Es joven y todavía tiene algo de rockero, pero Emilio Vaschetto ya es un profesional de extensa carrera. Es médico psiquiatra y psicoanalista, miembro de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA) y docente. Vino a Salta a dictar un curso sobre locura puerperal, es decir sobre los trastornos psíquicos que se acentúan durante el embarazo y luego del parto. Con LA GACETA habló sobre esta capacitación organizada por el Centro Freud, que hace foco en "el delirio y lo femenino".

- ¿Cuál es la relación de un trastorno como el delirio, con lo femenino? ¿Por qué esos ejes?

- Tomamos ese horizonte femenino porque hay algo en el delirio que tiene que ver con el secreto, con la ocultación, con un aspecto enigmático que se aproxima mucho a ese borde femenino. Lo femenino es aquello que la mujer tiende a ocultar, aquello que envuelve como un enigma insondable. De hecho, Freud marcaba el horizonte de lo femenino como algo enigmático. No se sabe qué es lo que quiere una mujer. Y dentro de ese ocultamiento muchas veces encontramos ciertas correspondencias con lo que en psicosis llamamos un delirio. Entonces nos vimos forzados a tomar esa articulación porque nos parecía bueno trabajar cómo dentro del horizonte de locura, dentro del horizonte de la psicosis, puede haber algo netamente femenino.

- ¿La neurosis está entre estos trastornos?

-Hay otros fenómenos que pueden parecernos muy locos, y que a veces son muy locos, pero que no son psicosis: es decir que no implica una ruptura determinada en el lazo social. Por ejemplo, eso que llamamos neurosis. Neurosis es el común de la gente. Es el que se sostiene por el lazo social mismo. O en todo caso delira con lo que deliramos todos. Dentro del horizonte de la neurosis, de la supuesta normalidad, puede haber fenómenos locos, muy conspicuos, elocuentes, raros.

- ¿Cuáles son las características de una persona que delira?

- Freud decía que esa persona tienen que construirse un mundo de tal manera que pueda vivir en él. Lo que pasa es que muchas veces no es compatible con lo que todos compartimos, es un mundo que sólo vale para él. Pero el descubrimiento freudiano y la posición que nosotros sostenemos es que ese esfuerzo es en muchas ocasiones un esfuerzo autocurativo: que alguien que no tiene nada, se cura durante un esfuerzo que se llama delirio.

-¿Cuál es el tratamiento recomendado para el delirio?

- El tratamiento es producir un modo de hablar de las cosas, para poder aproximarnos a estos fenómenos. Desde el punto de vista terapéutico, el psicoanálisis tiene respuestas para quienes padecen algunos fenómenos, ya sea del orden de la angustia, que llamaremos en el campo de las no psicosis (es decir en el campo de las neurosis)... o también para aquel que sufre estos fenómenos de alucinaciones o delirios, es decir escucha voces o ... el psicoanálisis da respuestas a eso si logramos constituir un dispositivo, es decir un modo de hacer con el lenguaje que sea ajustado a ese caso exclusivo, que no vale para todos. Lo importante para el psicoanálisis es acompañar a alguien a que pueda producir sus propias invenciones, para que pueda amar, conducir su vida, trabajar, ser feliz.

- ¿Sin las invenciones no hay forma?

-Sin una invención andar por el mundo es algo difícil, es cierto. Lo curioso es que el psicoanálisis promueve cierta invención que lo piensa, por ejemplo, desde el síntoma. Aquello que puede ser visto desde el punto de vista de la medicina como algo a reducir, a suprimir, para el psicoanálisis es algo que puede servir para arreglárselas en la vida. Aquello que falla para uno es lo mismo con lo que uno puede hacer algo para que las cosas anden. Un ejemplo: los artistas han atravesado un punto de malestar y sufrimiento muy significativo y el arte los ayudó a andar por el mundo. Muchas veces los psicoanalistas tratamos de aprender de eso. Porque estos sujetos que se las arreglaron con su síntoma para hacer otra cosa tienen algo para enseñarnos.

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