Revelan escalofriantes detalles de cómo “Chirete” Herrera asesinó a Andrea Neri

“Entren a ver, la he matado porque me 'carnereaba'”, dijo el femicida de la cárcel. La fiscalía pidió la elevación a juicio.

09 May 2017
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"Chirete" Herrera. Piden que sea llevado a juicio por el femicidio de Andrea Neri.

A cuatro meses del femicidio de Andrea Neri, la fiscalía remitió al Juzgado de Garantías 4 el pedido de juicio contra Gabriel “Chirete” Herrera. Además reveló detalles del escabroso crimen e indicó que la asesinó de 36 puñaladas en el cuello, en una celda con imágenes de “San La Muerte” y el “Gauchito” Gil. 
Los detalles se conocieron a partir del pedido de juicio que el viernes elevó el fiscal Pablo Rivero en contra de Herrera a quien acusa del delito de homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y femicidio. Hecho por el cual “Chirete” ya cumple una condena luego de asesinar a una ex pareja en la cárcel de General Güemes, en 2006, también durante una visita privada. El fiscal pedirá que Herrera reciba una condena de prisión perpetua. 
El pedido se argumentó a partir de extensas declaraciones testimoniales de los guardiacárceles, familiares de la víctima y las pericias que realizó el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF). 
Escalofriante
El 5 de enero, Herrera recibió a Neri en la celda 372 del Pabellón “E” del penal de Villa Las Rosas. Allí “mantuvieron una conversación por cuestiones de celos y luego terminó con su vida”, dijo el Fiscal y añadió que el femicida “estaba determinado a acabar con la vida de su pareja y madre de su hijo”. 
El crimen fue reconocido por el mismo convicto que en su declaración indagatoria reveló escalofriantes detalles. 
El día del asesinato “subió arriba y habló cinco minutos del tema de la foto” que desencadenó el trágico episodio. Herrera le pidió explicaciones a la víctima por una imagen que ésta había publicado en su cuenta de Facebook en la cual, según sostuvo el femicida, su pareja aparecía con otro hombre. “Chirete” dijo que la imagen se la mostró un compañero de celda quien, al referirse al asunto, negó haberle mostrado la imagen desde su celular como así también negó ser la persona que le proveyó el arma homicida a Herrera, una gubia de la carpintería. 
La foto fue el detonante del femicidio el 5 de enero cuando su pareja lo fue a visitar junto al bebé de dos meses que tenía en común. El Fiscal aseguró que en su declaración, Herrera agregó que Neri no sólo reconoció que estaba de novia con el muchacho de la supuesta foto, sino que además el hijo que tenía en brazos era de ese hombre. 
A partir de esto “Chirete” contó que luego acompañó a Neri al bajo donde otro testigo, también reo del pabellón, precisó detalles. Este preso quien, debito a un problema de estreñimiento, estuvo un tiempo prolongado en el baño mientras se pudo establecer que Herrera habría intentado agredir o someter sexualmente a su pareja quien se resistió verbalmente. La discusión fue escuchada por el otro convicto. 
Al percatarse que no estaban solos en el baño, el femicida esperó que su compañero saliera. Cuando sucedió, el preso dijo haber visto al acusado que tenía sujeta de los brazos a Neri tras lo cual se retiró. También contó que, al mirar hacia atrás, vio que “Chirete” llevaba a su pareja a la rastra a la celda. La situación fue advertida por el preso a un guardia ubicado en el sector externo de la celda, pero sus dichos no fueron tenidos en cuenta, razón por la cual la Fiscalía continúa una causa penal paralela a estas supuestas irregularidades cometidas por el Servicio Penitenciario. Esta situación también fue registrada por la cámara de video ubicada en ese sector. 
El ataque
De regreso en la celda, Herrera declaró que la discusión por la supuesta infidelidad seguía y que Neri se burlaba de él. Por esto la tomó del cuello y comenzó a darle puntazos con la gubia que había conseguido del taller de carpintería, para concretar su cometido. 
“La maté, la maté”, fueron las palabras de “Chirete” le dijo a un guardia cárcel luego de atacar a Neri, mientras salía de la celda con el bebé en brazos. Otros testimonios indican, además, que Herrera dijo: “entren a ver, la he matado porque me carnereaba” y añadió: “ya se acabó la carnereada”. 
El Fiscal sostuvo que Herrera “aprovechó las circunstancias de encontrarse en su celda a sola con su pareja y fuera del alcance de los guardiacárceles, es decir en una situación de extrema vulnerabilidad para atacarla primero mediante golpes de puño en su rostro y luego agredirla salvajemente dándole múltiples heridas con un arma blanca, siendo las de mayor gravedad las que le asestó en la zona del cuello”.
Las lesiones
El CIF reveló que Neri sufrió alrededor de 40 heridas, de las cuales 36 corresponden a la zona del cuello; 17 en la cara lateral izquierda y 19 en la cara lateral derecha. 
En la celda, los peritos forenses pudieron identificar en la pared sur, en donde estaba ubicada la cama que ocupaba el acusado,  una foto de Andrea Neri, la que sobresalía entre otras fotografías, y en el piso del lecho había dos imágenes: una de “San La Muerte” y la otra del “Gauchito Gil”.
A partir de estos elementos y otros más producidos a lo largo de la investigación, el fiscal Rivero solicitó al Juzgado de Garantías 4 que se dé curso al enjuiciamiento de Herrera por el delito de doble homicidio calificado por la relación de pareja y femicidio. Señaló que “el accionar del imputado de quitarle la vida a su pareja y madre de su hijo en razón, y tomando provecho de su condición de mujer, constituye un hecho grave, porque el grave la motivación femenina que expresa, es decir, el más profundo desprecio hacia la condición humana de la mujer que, si no admite someterse a su decisiones, no merece continuar su existencia”.

A cuatro meses del femicidio de Andrea Neri, la fiscalía remitió al Juzgado de Garantías 4 el pedido de juicio contra Gabriel “Chirete” Herrera. Además reveló detalles del escabroso crimen e indicó que la asesinó de 36 puñaladas en el cuello, en una celda con imágenes de “San La Muerte” y el “Gauchito” Gil. 

Los detalles se conocieron a partir del pedido de juicio que el viernes elevó el fiscal Pablo Rivero en contra de Herrera a quien acusa del delito de homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y femicidio. Hecho por el cual “Chirete” ya cumple una condena luego de asesinar a una ex pareja en la cárcel de General Güemes, en 2006, también durante una visita privada. El fiscal pedirá que Herrera reciba una condena de prisión perpetua. 

El pedido se argumentó a partir de extensas declaraciones testimoniales de los guardiacárceles, familiares de la víctima y las pericias que realizó el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF). 

Escalofriante

El 5 de enero, Herrera recibió a Neri en la celda 372 del Pabellón “E” del penal de Villa Las Rosas. Allí “mantuvieron una conversación por cuestiones de celos y luego terminó con su vida”, dijo el Fiscal y añadió que el femicida “estaba determinado a acabar con la vida de su pareja y madre de su hijo”. 

El crimen fue reconocido por el mismo convicto que en su declaración indagatoria reveló escalofriantes detalles. 

El día del asesinato “subió arriba y habló cinco minutos del tema de la foto” que desencadenó el trágico episodio. Herrera le pidió explicaciones a la víctima por una imagen que ésta había publicado en su cuenta de Facebook en la cual, según sostuvo el femicida, su pareja aparecía con otro hombre. “Chirete” dijo que la imagen se la mostró un compañero de celda quien, al referirse al asunto, negó haberle mostrado la imagen desde su celular como así también negó ser la persona que le proveyó el arma homicida a Herrera, una gubia de la carpintería. 

La foto fue el detonante del femicidio el 5 de enero cuando su pareja lo fue a visitar junto al bebé de dos meses que tenía en común. El Fiscal aseguró que en su declaración, Herrera agregó que Neri no sólo reconoció que estaba de novia con el muchacho de la supuesta foto, sino que además el hijo que tenía en brazos era de ese hombre. 

A partir de esto “Chirete” contó que luego acompañó a Neri al bajo donde otro testigo, también reo del pabellón, precisó detalles. Este preso quien, debito a un problema de estreñimiento, estuvo un tiempo prolongado en el baño mientras se pudo establecer que Herrera habría intentado agredir o someter sexualmente a su pareja quien se resistió verbalmente. La discusión fue escuchada por el otro convicto. 

Al percatarse que no estaban solos en el baño, el femicida esperó que su compañero saliera. Cuando sucedió, el preso dijo haber visto al acusado que tenía sujeta de los brazos a Neri tras lo cual se retiró. También contó que, al mirar hacia atrás, vio que “Chirete” llevaba a su pareja a la rastra a la celda. La situación fue advertida por el preso a un guardia ubicado en el sector externo de la celda, pero sus dichos no fueron tenidos en cuenta, razón por la cual la Fiscalía continúa una causa penal paralela a estas supuestas irregularidades cometidas por el Servicio Penitenciario. Esta situación también fue registrada por la cámara de video ubicada en ese sector. 

El ataque

De regreso en la celda, Herrera declaró que la discusión por la supuesta infidelidad seguía y que Neri se burlaba de él. Por esto la tomó del cuello y comenzó a darle puntazos con la gubia que había conseguido del taller de carpintería, para concretar su cometido. 

“La maté, la maté”, fueron las palabras de “Chirete” le dijo a un guardia cárcel luego de atacar a Neri, mientras salía de la celda con el bebé en brazos. Otros testimonios indican, además, que Herrera dijo: “entren a ver, la he matado porque me carnereaba” y añadió: “ya se acabó la carnereada”. 

El Fiscal sostuvo que Herrera “aprovechó las circunstancias de encontrarse en su celda a sola con su pareja y fuera del alcance de los guardiacárceles, es decir en una situación de extrema vulnerabilidad para atacarla primero mediante golpes de puño en su rostro y luego agredirla salvajemente dándole múltiples heridas con un arma blanca, siendo las de mayor gravedad las que le asestó en la zona del cuello”.

Las lesiones

El CIF reveló que Neri sufrió alrededor de 40 heridas, de las cuales 36 corresponden a la zona del cuello; 17 en la cara lateral izquierda y 19 en la cara lateral derecha. 

En la celda, los peritos forenses pudieron identificar en la pared sur, en donde estaba ubicada la cama que ocupaba el acusado,  una foto de Andrea Neri, la que sobresalía entre otras fotografías, y en el piso del lecho había dos imágenes: una de “San La Muerte” y la otra del “Gauchito Gil”.

A partir de estos elementos y otros más producidos a lo largo de la investigación, el fiscal Rivero solicitó al Juzgado de Garantías 4 que se dé curso al enjuiciamiento de Herrera por el delito de doble homicidio calificado por la relación de pareja y femicidio. Señaló que “el accionar del imputado de quitarle la vida a su pareja y madre de su hijo en razón, y tomando provecho de su condición de mujer, constituye un hecho grave, porque el grave la motivación femenina que expresa, es decir, el más profundo desprecio hacia la condición humana de la mujer que, si no admite someterse a su decisiones, no merece continuar su existencia”.

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