Crucificaron a un niño en Jujuy para pedir “paz y justicia”

En un acto impulsado por un cura de Jujuy, cinco personas estuvieron crucificadas, atadas de manos en cruces de maderas instaladas en la plaza de Humahuaca. Entre ellas, había un adolescente y un niño de 9 años que permaneció cerca de tres horas allí, erguido y atado, hasta que terminó llorando.

Todo esto fue parte de una actividad llamada la “marcha por la paz y la Justicia”, organizada por el párroco de la iglesia local, Jesús Olmedo, y que incluyó la suspensión de clases, autorizado por el Ministerio de Educación de Jujuy.

El acto generó una fuerte polémica porque el niño pasó varias horas atado y se lo vio sufriendo. “Me están diciendo que el niño está derramando lágrimas de dolor y me preguntan si lo puedo bajar”, advirtió el cura durante la ceremonia, la cual fue descrita por medios nacionales, por lo que el repudio fue masivo en las redes sociales.

El párroco quiso luego que el niño hablara, pero ante el silencio del chico, el cura replicó: “No quiere decir nada. ¡El silencio es más fuerte que el grito!”. Entrevistado por el diario PáginaI12, Olmedo aseguró que “la madre del niño lo había autorizado”, y que el chico “lloraba porque hacía un poco de frío; pero también lloran los hombres”.

Según explicó, con este acto intentó replicar la crudeza de la guerra: “Está muriendo un montón de gente, un montón de niños por los misiles y por las armas químicas”. Luego dijo que la convocatoria se centró en los alumnos de las escuelas primarias porque “los niños son los principales protagonistas de estas muertes”.

Para esta actividad, las escuelas enviaron a las familias una autorización para asistir, que debía ser completada y firmada por los padres. El cura aseguró que “el chico quería ser crucificado”. Pero según los testigos, al niño no se lo vio disfrutando de esta representación.