Video: Conocé a Camila, la primera joven en recibir aceite de cannabis a través de una obra social

Nació con "retraso mental no evolutivo" y a los cinco años se le diagnosticó "epilepsia refractaria". Hoy vive sin convulsiones gracias al aceite de cannabis. Conocé su historia.

17 Jun 2017
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FOTO LA GACETA

Noemí Bisceglia es una madre que no se paraliza ante la adversidad. Esta mujer reconoce que cada hija marcó su vida, pero con su última niña hubo una verdadera revolución en ella

Hace 20 años se convirtió en la mamá de Camila -Cami para todos- la niña que le enseñó otro modo de mirar vida. Ella nació con retraso mental no evolutivo y a los cinco años se le diagnosticó, además, epilepsia refractaria.

Desde pañales fue sometida a baterías de estudios clínicos, diagnósticos, medicaciones, cambios de dosis, nuevo diagnóstico, cambio de medicaciones, cambios de dosis otra vez y las convulsiones eran cada vez más seguidas.

A pesar de este panorama, Noemí entendió desde el principio que no sería fácil sola, que la contención de la familia era fundamental.

En un encuentro con LA GACETA esta madre contó su historia, o mejor dicho, la historia que hoy escribe junto a Camila, la joven que se convirtió en la primera paciente en recibir aceite de cannabis por parte de una obra social, para tratar su enfermedad.

Noemí nos recibe en camping de zona sur, donde lleva a su hija a que pueda contactarse con la naturaleza. La acaricia, le corre un poco el pelo de la cara y se lo acomoda detrás de la oreja. “Ella es Cami. Es mi chiquita, mi niña. Es la alegría de la casa”, dice mientras las cámaras comienzan a acomodarse.


El camino al remedio

En unas vacaciones de Brasil, una recepcionista del hotel le comentó sobre las bondades medicinales del aceite de cannabis para tratar la epilepsia.

Cabe destacar que los médicos ya habían probado con decena de fármacos – los mejores según cuenta Noemí – pero pese a la batería de drogas suministrada, el cuerpo de Camila no respondía y las convulsiones continuaban.

Luego del viaje, por un largo tiempo, Noemí investigó por internet y se contactó con madres que habían tratado a sus hijos de esta forma. La información y los testimonios recolectados la convencieron de que probar los efectos del cannabis en Camila era una opción real.

“Hay un momento en el que te empiezas a quedar sola, sola con tu entorno más íntimo. Te empiezan a dejar afuera cuando tu hija sin razón se cae o comienza a convulsionar y la fiesta se termina”, relató la mamá y agregó: “me dolió que no entiendan la lucha que lleva uno”, dice con la voz quebrada, pero con el consuelo de los besos que le da Camila y que no le suelta mano.

Luego de mucho sacrificio, estudio y viacrucis para conseguir este extracto concentrado de la planta milenaria, comenzó a formar parte de una rueda solidaria de cultivadores y enfermos que comparten cannabis.

Camila hace un año que toma el aceite de cannabis y las convulsiones se han reducido casi a cero.

A partir de su lucha, Noemí se ha convertido en la primera mamá salteña en conseguir que una obra social (en este caso el IPS, a partir de una ley sancionada este año por la legislatura provincial) le provea el aceite, el cual es importado desde Estados Unidos.

El caso de Camila sin dudas marcará un precedente y un cambio de paradigma en nuestra provincia. Conocé su historia en este video.

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