Shirley Jorquera: "el Ballet necesita apoyo del Estado"

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La maestra mendocina es la nueva directora del Ballet de la Provincia. Su presentación oficial será el sábado en el Provincial.

23 Jun 2017

El Ballet de la Provincia tiene nueva directora. Es la maestra mendocina Shirley Jorquera, quien ganó el concurso internacional y desde hace un mes está ensayando con los bailarines. Su presentación oficial y también el inicio de la temporada 2017 de la compañía será este sábado, a las 21, en el Teatro Provincial –Zuviría 70- con entrada gratuita.

Para su debut como directora del cuerpo estable, la bailarina y coreógrafa armó el programa “Joyas de ballet” que comprende “Pas de Six de la Vivandière”, “Pas de Trois” de “Paquita” y “El Sueño de Don Quijote”.

La maestra viene de desarrollar una intensa labor artística en Mendoza pero está feliz del desafío que significa dirigir a la compañía salteña. Siente que haber ganado el concurso es el premio a un trabajo que impulsa desde la pasión, la entrega y la constancia.

Como directora proyecta continuar con las funciones conjuntas con la Orquesta Sinfónica, además estrenar obras de repertorio y orientar su gestión a formar al espectador a través de charlas. La primera denominada “De la ópera al ballet” será el sábado, a las 11, en el Salón Victoria del Teatro Provincial.

En una entrevista con LA GACETA, Shirley Jorquera profundizó sobre sus proyectos para este año y destacó que el Estado cumple un rol fundamental para el crecimiento del Ballet. 

En su proyecto para la dirección del Ballet de la Provincia propuso que como complemento a las funciones habrá un espacio de formación de espectadores. ¿En qué consistirá?

Será a través de charlas sobre las obras que llevaremos a escena. La idea es compartir conocimientos sobre el origen del ballet, contar su evolución desde los orígenes hasta la actualidad incluyendo su contexto político, social y cultural. Es interesante mostrar el hilo conductor de las obras para relatar la evolución del vestuario y el arte.

¿Cómo encontró a la compañía?

Los chicos estaban como anestesiados, calculo fue producto de la demora en el concurso. Si un mes sin bailar es mucho para un bailarín cinco meses son toda una vida. Ellos necesitan bailar, necesitan escenario. Por otro lado, me asombró muchísimo la disposición y la entrega que tienen. Pienso que es una cualidad que hay que sostener en el tiempo y eso se logra con el apoyo del Estado. Son diferentes engranajes los que tiene que hacer que esto funcione. Mi trabajo es artístico pero no lo puedo resolver si los chicos no tienen lugares donde bailar.

Además, la compañía viene de atravesar un año complicado con poco presupuesto de parte del Estado y pocas funciones….

Si, lo sabía. Cuando presenté mi proyecto marqué que el Ballet necesita el apoyo del Estado. Uno puede tener todas las ganas, los bailarines todos los deseos y la mejor compañía del mundo, pero sin la ayuda de Estado para hacer producciones es difícil. El bailarín se prepara para bailar no solo para estar en la sala de ensayo. Se necesita inversión.

¿Qué tiene programado para esta temporada de ballet?

El siguiente estreno será “La sílfide”, que está previsto para agosto junto a la Orquesta Sinfónica de Salta. Es una obra del período romántico que tiene características importantes no solo en la técnica sino también desde la presencia masculina. Aquí no es solo partenaire sino que baila a la par de la mujer. Tenemos pensado llevar a escena “La Bayadera”, que en 2011 estrené en Mendoza junto a un elenco de bailarines locales. Mi idea es llevar a escena obras que la compañía no haya representado antes porque pienso que una de las principales motivaciones que necesita el bailarín es interpretar obras nuevas.

¿Planea articular acciones conjuntas con la Escuela Ballet de la Provincia?

Sí. Ya me reuní con la directora y le conté cual es mi intención con respecto a la escuela porque considero que es un semillero para la compañía. El ballet y la escuela son la ecuación ideal para la realización del bailarín. Los alumnos de la institución van a participar de esta primera función, también de “La sílfide” y en todas las obras que requieran la participación de niñas y niños. Ellos tienen que estar porque es parte del proceso que tienen que seguir para su formación artística. La profesión del bailarín es circular. Lo que terminan la carrera entrar a una compañía y los que salen de la compañía entran al ámbito educativo. Es lo que tiene que ser.

¿Cómo trabaja la cuestión humana dentro del Ballet?

Es bastante complejo porque todos somos diferentes. Yo soy una apasionada del ballet. Incentivo al bailarín a que confíe en él y que entienda que todo lo que se hace es producto de la entrega, el trabajo y la paciencia. Ser paciente e insistente en la corrección porque todos tenemos nuestras formas pero la obra necesita ciertas técnicas específicas. La exigencia también es parte de la motivación.

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