Evo Morales en Salta: "acá empezó todo"

El presidente boliviano visitó su primera escuela, en Campo Santo, a la que llegó acompañando a su padre -un trabajador golondrina de la zafra- en 1966. Pobreza, educación y gratitud.

20 Nov 2014

El presidente boliviano, Evo Morales, visitó en Campo Santo la escuela Julio Argentino Cornejo, donde recibió educación formal por primera vez: "acá empezó todo", dijo, recordando la campaña de zafra que trajo a su padre a Salta entre abril y diciembre de 1966.

Entre los presentes, la anfitriona estrella fue su ex maestra, Elva del Valle Kutny, que hace poco cumplió 75 años. "Algo bien habré hecho, no me guardé nada", dijo, visiblemente emocionada, mientras esperaba que aterrice el helicóptero de su ex alumno más famoso.

Cuando la docente jubilada y el mandatario recientemente reelecto se encontraron cara a cara no pudieron contener las lágrimas. Fue uno de los momentos más emotivos. Evo era pobre; conoció lo que era una cama -"un catre"- recién en aquella zafra que lo trajo a Salta. Elva enseñaba sin luz y sin agua, a varios cursos en simultáneo.

Luego de saludar a ex compañeros, autoridades y alumnos de la escuela, Morales se dirigió al complejo deportivo del pueblo para el acto oficial. El lugar estaba colmado de gente que quería escucharlo. Resaltó, sobre todo, la presencia de la comunidad boliviana que ovacionó y aplaudió a su presidente durante toda la jornada.

"El secreto no es tomar a la política como un negocio, la política es servicio al pueblo", reflexionó el presidente boliviano, apenas el gobernador Juan Manuel Urtubey terminó su discurso. A esa frase la repetiría hacia el final de su intervención, para ser ovacionado y despedido por la multitud presente.

El momento más emotivo fue cuando recordó su paso por Campo Santo y la pobreza con la que vivió su niñez. Agradeció que la Argentina le haya permitido a tantas familias bolivianas mejorar su condición económica en el país.

Evo contó que cuando llegó "a su primer escuelita" no entendía nada del idioma castellano, ya que "era un aymara cerrado". Recordó cómo Elva le enseñaba cosas con paciencia, le acariciaba el pelo y lo trataba de "Evito". Al cabo de unos meses, el por entonces futuro presidente de Bolivia ya hablaba español aprendido en Salta. 

Comparando particularidades entre Bolivia y Argentina, destacó que en nuestro país era obligatorio que los hijos de los trabajadores de la zafra concurran a la escuela, que en esa época solo consistía en tres habitaciones, donde pasaban gran parte del día, desayunaban y almorzaban. En Oruro, su provincia natal, -comparó Evo- comían "solo maíz, algo de trigo y un poco de quinoa". En Argentina aprendió a comer vegetales, como la lechuga y el tomate: "después extrañaba".

Un líder incomparable

El gobernador Urtubey llenó de elogios al presidente de Bolivia y dijo que "la Argentina vive un día de fiesta". Luego agregó: "estamos recibiendo en nuestra amada Salta a un gran presidente latinoamericano, un dirigente político incomparable que está colaborando en la construcción de una nueva Latinoamérica".


Seguí toda la actividad del presidente boliviano en Twitter a través del hashtag #EvoenSalta


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