¿Por qué la brecha salarial entre mujeres y hombres en Salta alcanza el 65%?

Un estudio del sitio Economía Feminista revela que el porcentaje en la provincia supera la cifra nacional, que alcanza el 27,2%.

11 Jul 2017
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Foto ilustrativa

Las conquistas en cuestiones de género fueron muchas en los últimos años. Sin embargo todavía falta mucho por hacer especialmente en el campo laboral y, por ende, económico. Un ejemplo claro es la brecha salarial que todavía existe entre mujeres y hombres. Un informe elaborado por Economía Feminista revela que en Argentina, las mujeres ganan en promedio un 27,2 % menos que los varones y que en Salta la diferencia asciende hasta un 65%.

Esta cifra, que supera ampliamente el porcentaje nacional, la posiciona entre las tres provincias con mayor brecha salarial entre hombres y mujeres, junto a Misiones y Chubut.

El fenómeno del "Techo de cristal"

El fenómeno que explica por qué las mujeres que tienen un cierto nivel de educación y experiencia no crecen a la par que los hombres con igual –o menos- calificación en el ámbito laboral se llama “Techo de cristal”. Según Economía Feminista, existen varios ítems que construyen y fortalecen este fenómeno. Uno de ellos es la maternidad o especulación de la posible maternidad a futuro.

Sobre este aspecto, la docente de Economía Social en la sede Salta del Instituto de Educación Superior “Abuelas de Plaza de Mayo”, Gabriela Nieva Moreno, explicó que una solución a este ítem sería la existencia de una legislación respecto a la licencia por maternidad y paternidad.

Recordemos que en Argentina, según la ley, el hombre solo tiene dos días de licencia, uno posterior al nacimiento y el otro podrá ser utilizado con posterioridad. Esto implica que toda la atención del recién nacido recae sobre la madre y que el padre sólo llega a compartir las primeras horas del bebé y ya tiene que volver a trabajar.

“La igualdad respecto a las licencias de maternidad y paternidad repercutirá, por un lado, en una mejora en la contratación y el acceso a los cargos jerárquicos de las mujeres en el ámbito empresarial y también en el Estado. Hoy se piensa que como las mujeres ya tenemos una jornada de cuidados no nos vamos a poder hacer cargo de una coordinación, supervisión o jefatura en el ámbito laboral. Por otro lado, favorecía el vínculo del padre con su hija o hijo, y a construir otros modelos de familias, es decir que los cuidados no sólo sean asignados a la mujer”, explicó la docente.

En Salta el 53% de los graduados universitarios son mujeres

Otro factor que alimenta la brecha salarial son los parámetros patriarcales con los que se selecciona a mujeres y varones para determinados puestos laborales, especialmente en roles de liderazgo. Según el estudio de Economía Feminista, se considera que las mujeres no son capaces de desenvolverse en un determinado cargo incluso cuando están más y mejor formadas que los hombres.

El análisis también enfatiza que en Argentina seis de cada diez egresados de universidades son mujeres y puntualmente en Salta “el 53% de los graduados universitarios son mujeres”.

“No se condicen las estadísticas de estudios superiores con el ascenso laboral de las mujeres. Eso tiene con una estructura patriarcal que subyuga a las mujeres a ciertos cargos que nos son jerárquicos. En Salta, por ejemplo, tenemos solo dos ministras. No es que las existencias de mujeres en el gabinete ministerial te asegura una agenda de género pero su ausencia alerta que las mujeres no somos tenidas en cuenta para los cargos que repercuten directamente en la vida de la sociedad. Las críticas a las mujeres cuando asumen cargos jerárquicos tiene que ver con su género”, sentenció Gabriela Nieva Moreno.

En este sentido la docente detalló que hay un vínculo estrecho entre capitalismo y patriarcado. “Al capitalismo le viene bien el ´techo de cristal´ porque así no tiene que pagarle a las mujeres y, a su vez, al patriarcado también le sirve porque ejerce una limitación al accionar de las mujeres y eso repercute mucho en su independencia. En este contexto se genera una violencia económica cuando las mujeres no podemos acceder a puestos de trabajo remunerados o bien remunerados”, agregó.

Nieva Moreno también remarcó que existen casos donde le ofrecen cargos jerárquicos a las mujeres por el mismos salario que tenían antes. “Las mujeres tenemos alrededor un imaginario de lo voluntariosas e incondicionales que somos. Se le asignan sentidos de lo emocional, se cree que no podrá tener un cargo que implica racionalidad y exactitud”, finalizó.

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