Cuatro hombres irán a juicio por ingerir y traficar 316 cápsulas con cocaína

Cuatro hombres bolivianos serán llevados a juicio en Orán por intentar traficar tres kilos y medio de cocaína divididos en 316 cápsulas que habían ingerido. Fueron detenidos en abril en un control de documentación al colectivo en el que viajaban hacia Buenos Aires.

El titular de la Fiscalía Federal de Primera Instancia de San Ramón de la Nueva Orán, José Luis Bruno, solicitó que se eleve a juicio oral la investigación seguida contra Johnny Paricagua Mamani, Eduin Orellana Almazan, Germán Caba Ventura y Cristian Molina Bravo por el delito de contrabando de importación de estupefacientes.

El 23 de abril, alrededor de las 13, los cuatro imputados viajaban en un ómnibus de la empresa “Bolpar”, desde la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra hacia la provincia de Buenos Aires, cuando fueron detenidos por personal del Escuadrón N°61 “Salvador Mazza” de la Gendarmería Nacional, para un control de documentación y de pasajeros, en el kilómetro 1482 de la Ruta Nacional N°34, a la altura del paraje “El Arenal”.

Los gendarmes identificaron a Paricagua Mamani, quien ante las preguntas de rutina brindó respuestas inconsistentes, por lo que hicieron descender al hombre del vehículo para realizarle un control físico. Ante esto, el imputado confesó haber ingerido cápsulas con cocaína y que viajaba junto a otras tres personas, que fueron individualizadas como Orellana Almazan, Caba Ventura y Molina Bravo, quienes también manifestaron transportar estupefacientes en su organismo.

En el Hospital de la localidad de Tartagal se les efectuaron radiografías que evidenciaron cuerpos extraños en sus estómagos. Por ello, fueron llevados al hospital público de Salvador Mazza, donde quedaron en observación hasta evacuar las cápsulas.

Entre el 23 y el 25 de abril, Paricagua Mamani expulsó 83 cápsulas; Orellana Almazán, 63; Caba Ventura, 89; y Molina Bravo, 81. Tras efectuarse el análisis de rigor se determinó que los hombres transportaban 316 cápsulas que contenían clorhidrato de cocaína, las cuales arrojaron un pesaje de 3.648 gramos, con una concentración de entre el 61,25% y el 88,77% de pureza.

En sus indagatorias, los cuatro imputados declararon que fueron contactados telefónicamente por mujeres, quienes les ofrecieron trabajo, el que aceptaron por su crítica situación económica.

Indicaron que se los trasladó a un hotel en Santa Cruz de la Sierra, donde les hicieron ingerir los estupefacientes, para luego indicarles que compraran el pasaje con destino a Buenos Aires o Rosario, en el caso de Molina Bravo. Asimismo, los imputados desconocían quién los recibiría en los lugares de destino, pero los receptores sabían cómo identificarlos ya que -explicaron- en el hotel los reclutadores les sacaron fotos que enviaron a sus cómplices.

En base a las pruebas colectadas, el fiscal Bruno consideró que los imputados debían ser sometidos a juicio oral y público en orden al delito de contrabando de importación de estupefacientes.

Señaló que “la conducta de los encartados fue clara al intentar, mediante el ocultamiento del estupefaciente en el interior de sus organismos, e ingresando así a nuestro país, inducir a error a la fuerza de prevención con el fin de importar clorhidrato de cocaína, logrando consumar el delito” y agregó que “cabe colegir de que por la manera en que transportaban la sustancia estupefaciente en el interior de sus organismos, no sólo conocían la naturaleza de la sustancia que trasladaban, sino que quisieron realizar la acción que desplegaron, quedando acreditadas sus participaciones culpables en el hecho, lo que fue ratificado y corroborado por las declaraciones de los actuarios y testigos”.