Maia tiene 4 años y es la segunda salteña en recibir aceite de cannabis por el IPS

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FOTO GENTILEZA BELÉN RUARTE

La nena tiene epilepsia refractaria mioclónica atónica y desde hoy comenzó a recibir el tratamiento con aceite de Charlotte importado.

03 Ago 2017

El Instituto Provincial de Salud (IPS) entregó hoy otra dosis de cannabis medicinal para una paciente salteña con epilepsia refractaria. Se trata del segundo caso en la provincia, luego de que en junio pasado Camila se convirtiera en la primera paciente del nuevo programa habilitado por la Ley 27.350 y que obliga al Estado a entregar gratuitamente el tratamiento, por ahora únicamente mediante la importación de aceite de Charlotte desde Estados Unidos.

"Hoy es un día muy especial para nosotros porque pudimos obtener esto gracias a la obra social", cuenta a LA GACETA Belén Ruarte, mamá de la niña. Hace dos años, a Maia se le detectó una epilepsia refractaria mioclónica atónica. "Con la medicación que le dieron empezó a perder todas sus capacidades motoras, el habla, no volvió a caminar".

"Cuando vivíamos en Orán nos enteramos de la historia de Josefina y su mamá María Laura Alasi y empezamos a conocer más sobre la terapia con cannabis, pero lo veíamos como algo que estaba muy lejos"; relata, todavía emocionada.

Luego de que su marido, empleado del Servicio Penitenciario, pidiera el traslado a Salta para poder estar más cerca de la atención médica que necesitaba Maia, Belén pudo conectarse con otras madres de chicos que recibían tratamiento y pudo acceder a algunas dosis de aceite elaborado por familias de enfermos. "En ese tiempo éramos tres mamás y empezamos a cultivar con mucho temor. Yo no podía tener en mi casa por el trabajo de mi marido. Era un riesgo para nosotros perder la obra social que tanto nos hacía falta. Acompañamos a otros papás que nos convidaron aceite y ahí Maia empezó a dar unos pasos y vimos el cambio", cuenta.

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El cambio fue casi inmediato. La nena comenzó a recuperar capacidades motrices, a sonreír, a hablar y moverse. "Supimos que teníamos que luchar por esto. Todas las pastillas que tomaba la paraban, detenían las convulsiones pero perdía la vista, babeaba, tenía complicaciones del habla. Son las pastillas que se entregan por el vademecum y las que le produjeron el retroceso. El cannabis nos devolvio la vida", agrega. "Ahora la vemos sonreir, con los ojos más abiertos, todo gracias al cannabis".

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La lucha sin embargo sigue siendo la legalización del autocultivo y poder elaborar aceites y tratamientos para otras enfermedades. "Todas las asociaciones de Latinoamérica están peleando por la ley de autocultivo porque el charlotte solo funciona para las epilepsias refractarias, pero las variedades de cannabis sirven para otras patologías y pedimos para que todas las patologías accedan". El aceite que entrega el IPS es por ahora el único permitido por la Ley Nacional y el costo aproximado es de $12.000 cada dosis, que alcanza para unos dos meses de tratamiento.

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