Gobernadores del PJ quieren que la recaudación del impuesto al cheque vaya a las provincias

A fin de año, se discutirá en el Congreso la prórroga del impuesto al cheque, cuya recaudación se reparte en un 30% para las provincias y el  70% para la Nación. Para ese momento, los gobernadores peronistas acordaron proponer que el total de ese ingreso se destine para las provincias si la Corte Suprema avala el reclamo de la mandataria bonaerense, María Eugenia Vidal, por mayores fondos para Buenos Aires.

El acuerdo fue suscripto por los mandatarios provinciales (entre los que se encontraba el salteño Juan Manuel Urtubey) y el bloque de senadores justicialistas, ante el avance del reclamo bonaerense en el Alto Tribunal.

Según publicó hoy el diario La Nación, si el fallo fuera favorable para Buenos Aires, los gobernadores estiman que perderían cerca de $ 63.000 millones si no cambia el esquema de distribución de fondos federales.

Entre los gobernadores del PJ también se evaluó la idea de que el esquema del impuesto al cheque sea un 40% para el Tesoro Nacional, 30% para el fondo compensador para las provincias afectadas y 30% coparticipable.

Si se mantuviera el esquema actual de coparticipación de este impuesto, sobre una recaudación total proyectada de $ 197.000 millones, llegarían a las provincias alrededor de $ 33.600 millones.

Y si la Corte aceptara el reclamo de Vidal, la intención del justicialismo es modificar el reparto del impuesto para que, además de los $ 33.600 millones mencionados, se les asigne $ 59.397 millones por el fondo compensador.

Por su parte, el presidente Mauricio Macri respaldó el reclamo de Vidal sobre el Fondo del Conurbano. "Es un reclamo genuino que hace la provincia de Buenos Aires", dijo. Además,  recordó que a las restantes provincias "se les comenzó a devolver el 15%" de la coparticipación.

El Fondo del Conurbano fue creado en 1992 para compensar la coparticipación que Buenos Aires había cedido en la década del 80. Se fondea con el 10% de la recaudación del impuesto a las ganancias, pero en 1996 se fijó un tope para la provincia de $ 650 millones, que quedó congelado pese a la devaluación y a la inflación acumulada en los últimos 21 años.