Salud mental: la importancia de respetarnos frente a la diversidad de género

En las relaciones sociales la comunicación es una herramienta básica que, bien usada, podría evitar situaciones peligrosas. Enterate cómo se encara desde la salud mental, la violencia de género.

26 Ago 2017
Laura Carando es psicopedagoga y está a cargo del programa de Promoción, Prevención y Participación de la secretaría de Salud Mental de la Provincia. Ella fue la impulsora de una mesa provincial que buscó conocer la posición de los hombres frente a la violencia de género. En el 2013 la Ley 26.657 de Salud Mental fue la que cambió el paradigma. A partir de ahí, la salud mental pasó a pensarse desde la prevención de diferentes sucesos como las adicciones, suicidio y femicidios.

“La salud mental es una invitación a la construcción permanente, no es una vacuna que se pone contra la gripe. Utiliza herramientas como la comunicación para que hagamos acuerdos constantes, nos respetemos, pensemos qué nos gusta o no del otro y de mi para ir haciendo acuerdos permanentes. Lo ideal sería que cada persona tenga su propio espacio y genere un espacio sano, que se pueda compartir”, explica Laura Carando.

“Con el tema de los femicidios empezamos a prestarle atención al género masculino como un espacio de promoción de salud mental en donde había que escuchar y valorar la palabra del otro, no solo lo de la mujer”, explica Laura Carando a LA GACETA.

Así llegó una mesa provincial intersectorial, un espacio de referentes comunitarios a los que se les propuso hablar sobre cómo pensaban los hombres su rol y su realidad, de ellos y de la mujer, hoy. Para esto convocaron a diversos sectores como profesionales de diversos rubros, iglesia, referentes barriales y de las municipalidades del interior y gente joven.

”La historia social y cultural hizo que el prototipo de hombre no manifieste sus sentimientos y se calle en lugar de expresar cuando se siente angustiado, triste o abrumado. En algunos casos, eso hace que cuando lo exceden sus sentimientos se comunica con la violencia”, explicó Carando.

“Se habló de cómo son los hombres las mujeres de hoy, de cómo los estereotipos de antes se fueron construyendo hoy de otra forma. Se pudo describir la conducta de la mujer y del hombre, con sus similitudes y diferencias”, explicó Carando resumiendo los temas tratados en la mesa y agregó: “la mujer que sale a trabajar sin conflicto, que tiene su dinero y lo invierte, el hombre que se queda más en casa en contraposición con lo que sucedía antes”.

Una de las conclusiones más importantes de la jornada fue que todos “somos seres emocionales”.

“Escuchar a los hombres, hablar y plantear el tema de la violencia, reconociendo que existe, es nuestro interés primordial. Queremos encarar este trabajo para ver como encontramos soluciones desde la perspectivas de los hombres”, dijo Falcón del Consejo de la Mujer.

“Y el hombre tiene menos capacidad que la mujer en el manejo de las emociones. La historia social y cultural hizo que el prototipo de hombre no manifieste sus sentimientos y se calle en lugar de expresar cuando se siente angustiado, triste o abrumado. En algunos casos, eso hace que cuando lo exceden sus sentimientos se comunica con la violencia”, explicó Carando.

Cuando se trabajó el tema de los femicidios, los hombres tuvieron una postura fuerte, relata Carando: “El hombre también se siente abrumado y se quiere defender y dice: no todos somos violentos, no sabemos manejar las emociones pero queremos aprender a escuchar y a ponernos de acuerdo para poder complementarnos en la diferencia”, explicó la especialista y agregó que al hombre, cultural y socialmente no le permitieron demostrar sus emociones.

“Esta nueva manera construir las relaciones basadas en la salud mental y en la comunicación invita a que, tanto la mujer como el hombre, se relacionen de otra manera con el mundo”, agrega Carando.

“La salud mental es una invitación a la construcción permanente, no es una vacuna que se pone contra la gripe. Utiliza herramientas como la comunicación para que hagamos acuerdos constantes, nos respetemos, pensemos qué nos gusta o no del otro y de mi para ir haciendo acuerdos permanentes. Lo ideal sería que cada persona tenga su propio espacio y genere un espacio sano, que se pueda compartir”, finalizó Carando.

“Es un comienzo el de la mesa de trabajo que se hizo con varias instituciones. La violencia de género es tema prioritario en el país”, explicó María del Valle Falcón, presidenta del Consejo Provincial de la Mujer a LA GACETA.

“Es importante ver, desde la perspectiva masculina, cómo podemos encarar acciones para paliar el tema de los hombres violentos. Desde el Consejo trabajamos realizando jornadas con hombres de la policía, por ejemplo, pero nunca encaramos al hombre común, al civil que transita la calle todos los días para poder resolver ellos qué hacer”, expresó Falcón.

“Escuchar a los hombres, hablar y plantear el tema de la violencia, reconociendo que existe, es nuestro interés primordial. Queremos encarar este trabajo para ver como encontramos soluciones desde la perspectivas de los hombres”, dijo Falcón.

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