Alberto Volpi: “la cultura tumbera está en todos nosotros incluido en la propia procuración penitenciaria”
El encargado de la oficina de Prevención de la tortura de la Procuración de la Nación brindará una charla esta tarde en la Biblioteca Provincial. En esta entrevista opina sobre la baja de imputabilidad, la criminalización de los jóvenes y cuáles son sus propuestas.
El Doctor Alberto Volpi charló con LA GACETA a cerca del encuentro que brindará esta tarde a las 14.30 hs en el Complejo de Bibliotecas de la Provincia.
Volpi es docente de la Facultad de Derecho de la UBA y jefe a cargo de la Oficina de Prevención de la tortura de la Procuración de la Nación. También participó en proyectos de ley y de reglamentos especialmente del Protocolo para la implementación del Resguardo de Personas en Situación de Especial Vulnerabilidad (2010/2014) y el proceso legislativo de la ley 26.827 que crea el Sistema Nacional de Prevención de la Tortura.
¿En qué consiste el encuentro?
Nosotros vamos a contar el trabajo que estamos realizando en Buenos Aires en la cárcel Federal de jóvenes de Marcos Paz. En nuestro caso, trabajamos con chicos entre 18 y 21 años. Hace dos años arrancamos con una experiencia piloto de diálogo con el objetivo de participar en la cárcel y eso se reiteró en 2015-2016 y este año ya tenemos un programa armado con presupuesto y un equipo bastante consolidado dentro de un programa que se llama "Marcos de Paz". En estos últimos tiempos hemos generado algunos informes para entender la cultura de la cárcel que es en el fondo el factor que nosotros identificamos como factor de violencia. Lo que nos proponemos es una intervención sobre esa cultura para tratar de transformarla y esa es la apuesta.
Entendemos que la cultura "tumbera" y la de la institución penitenciaria y en general la del conflicto y la judicialización está en todos nosotros incluido en la propia procuración penitenciaria como organismo de control y no ha ofrecido respuesta adecuadas para que haya menores niveles de violencia
¿Hay algún caso puntual de Salta en su charla?
Lo que sabemos es muy de oído. No tenemos mucha idea como es la situación allá. Por lo menos no la tenemos de primera mano y más allá que estamos dispuesto a colaborar mucho por ese lado no tenemos para aportar, salvo solo contar nuestra experiencia.
De todas formas nos gustaría colaborar en todo lo posible pero no tenemos referencias muy concretas de lo que pasa ahí, aunque nos imaginamos que no debe escapar a lo que es un promedio de lo que pasa en el país.
Lo que sé es que en Salta hay una experiencia muy interesante de mediación en resolución alternativa de conflictos como hay en muchas provincias, pero con más desarrollo que a nivel nacional.
¿En qué consiste el trabajo de la Procuración Penitenciaria de la Nación?
La Procuración Penitenciaria de la Nación es un organismo de prevención de la tortura. Hace unos años se instituyó en Argentina un sistema nacional de prevención de la tortura que responde al protocolo facultativo de la convención contra la tortura que Cristina firmó hace unos años y que lo que apuesta es tener un foco preventivo. O sea no ir detrás de los acontecimientos para buscar culpables y sancionar a los que cometieron violaciones a los Derechos Humanos sino tratar de promover reformas que permitan prevenir situaciones.
¿Qué opinión merece la criminalización de los jóvenes en los medios de comunicación?
Me parece que en el fondo hay en la sociedad en general un temor ante el incremento del delito. Lamentablemente la gente tiene miedo y me parece que los medios de comunicación trabajan un poco en base a esa creencia y a ese sentimiento.
En un contexto en el cual hay temor y miedo por parte de la población en general es bastante difícil plantear un debate racional y serio sobre cómo trabajar para prevenir en si el delito.
Tampoco esto es propio de la Argentina porque si uno mira lo que está pasando en América Latina es exactamente lo mismo. En los países vecinos se presenta la misma situación y olas que cada tanto ocurre. Cuando ocurre un crimen terrible acarrea un incremento de temor y a veces eso produce como respuesta por parte de las autoridades un endurecimiento de las penas y condiciones para acceder a la libertad.
Esto es un poco la tendencia de los últimos veinte o treinta años en que la cuestión penal y la de la seguridad se han vuelto un tema importante para la política cuando antes no lo era.
Ese es el contexto en el que tenemos que trabajar pero nosotros somos optimistas, seguimos apostando a cambiar esta idea y laburar con todos los sectores. El planteo que tenemos es tratar de involucrar a todas las instituciones que tienen que ver con esta problemática porque creemos que todos tienen algo que aportar
¿Con respecto a la baja de edad de imputabilidad que se debería hacer?
Me parece que si el debate es ese, lo estamos cerrando de nuevo por que en rigor la cuestión más importante de la reforma del régimen penal de menores seria qué pasa con los inimputables hoy.
Hoy en día son ellos los que están más desprotegidos y nosotros creemos que ahí está la cuestión: si hoy se puede encarcelar a los inimputables sin juicio y sin establecer ningún tipo de culpabilidad. Esa me parece que es la cuestión más grave.
Por otro lado siempre va haber algún nivel de arbitrariedad en la edad que se elija para establecer el límite. Nosotros estamos en contra porque nos parece que eso no resuelve nada pero también entendemos que la sociedad está asustada y en este contexto es natural que a veces las autoridades y ya los legisladores traten de dar una respuesta a ese temor. Obviamente no es lo ideal, y está demostrado que el encarcelamiento tampoco es la solución para nada, incluso para prevenir el delito ni reducir la inseguridad.
¿Cuál es situación actual de la cárcel de Marcos Paz?
Me parece que ahí hay un compromiso general de todos de ponerse a trabajar juntos. Claro que hay situaciones muy complicadas. Es difícil hacer un diagnóstico pero te diría que ahí enfrentamos una situación de bastante violencia entre los propios presos y eso nos llevó a hacer este trabajo.
Desde la procuración penitenciaria como organismo de control no teníamos hasta hace tres años una estrategia para trabajar la violencia entre detenidos. Entonces nos pareció que el diálogo era una buena propuesta para que fueran los propios presos los que buscaran el mejor modo de evitar las situaciones más complicadas de convivencia y tratar de que la relación entre ellos se vuelva mucho menos más violenta.
¿En qué consiste la propuesta?
Es una propuesta de entrar al pabellón y darles la palabra para que ellos mismos hablen de sus conflictos y eventualmente encuentren un tipo de solución. A partir de eso nos dimos cuenta que los penitenciarios eran parte de esa comunidad y que era muy difícil trabajar con los presos sin involucrar también a los penitenciarios. Lo que hicimos entonces fue hacer una propuesta de dialogo con los agentes que se llama con "Concordia" y empezamos a laburar con ellos con propuestas de métodos alternativos de resolución de conflictos. Detrás de esto hay una experiencia que es la judicialización de muchos problemas en la cárcel que no han traído grandes soluciones, entonces nos dimos cuenta que había que involucrar a los presos y a los agentes y tratar de explorar con ellos algunas soluciones que tienen que ver con cuestiones cotidianas como escuchar al otro.
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