El boxeador acusado del femicidio de Brisa Goytia conocerá hoy su sentencia

Claudio Víctor Segundo reconoció el crimen ante el Tribunal aunque argumentó haber estado bajo los efectos de las drogas y haberse enterado por los medios de comunicación.

06 Sep 2017
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FOTO LA GACETA

Pasaron nueve meses desde aquel trágico mediodía cuando Claudio Víctor Segundo estranguló a su novia, Brisa Oriana Goytia, y le puso fin a una historia de amor, celos, denuncias y violencia. Hoy, el boxeador será sentenciado por el femicidio que se le imputa. 

Las pericias revelaron que luego de asesinarla con un cinto de tela, el joven de 20 años intentó esconder el cuerpo cavando un pozo en el jardín de la casa del barrio Juan Pablo Saravia, en la zona sur de la ciudad. Ayer rompió el silencio ante el Tribunal de Juicio. Sin responder preguntas dijo: “ese día tomé pastillas, cocaína y fumé marihuana”, atribuyendo que estaba bajo los efectos de las drogas. Es más, dijo que se enteró lo que había hecho por las noticias, porque no recordaba nada, “estaba mareado”.

Contó que la relación que mantenía con la adolescente de 15 años estaba marcada por la violencia y celos. “Éramos re celosos, siempre había peleas y discusiones”, reconoció. 

La primera voz que se escuchó en las audiencias de juicio fue la de Elizabeth Muñoz, mamá de Brisa. La mujer contó que Claudio era una persona violenta, que tres veces lo había denunciado porque le había marcado la cara a golpes a su hija. Sobre él pesaban dos órdenes que le prohibían acercarse a la joven, pero la incumplió. Según Claudio Segundo, se veían a escondidas para drogarse. 

Al testimonio de la madre se sumaron las voces de los policías que intervinieron en el operativo. Algunos efectivos de la Policía de la Provincia contaron que el 6 de diciembre de 2016 Claudio estaba nervioso, sudado. Cuando llegó una segunda patrulla a la casa de la calle Mar Caspio -luego de que la hermanastra del femicida lo denunciara en la comisaría del barrio- el joven intentó escaparse pero fue detenido.

En las testimoniales, el Tribunal de Juicio comprobó además el mal accionar de los primeros policías que fueron a la casa, alertados por los incidentes. Se dejaron convencer por el femicida que ocultó el crimen y les dijo que su novia había estado en la casa, discutieron y luego se retiró hacia un kiosco. Entonces los policías se retiraron, cerca de las 13.30, por su jornada laboral ya se terminaba. Este accionar fue cuestionado duramente por el Tribunal quien pidió mayor compromiso a los policías como funcionarios públicos. 

Desde las 9.30 se reanudará la última audiencia en la que se leerán los alegatos y luego se conocerá la sentencia a Claudio Víctor Segundo. La mamá de Brisa pidió que sea condenado a cadena perpetua. 

Pasaron nueve meses desde aquel trágico mediodía cuando Claudio Víctor Segundo estranguló a su novia, Brisa Oriana Goytia, y le puso fin a una historia de amor, celos, denuncias y violencia. Hoy, el boxeador será sentenciado por el femicidio que se le imputa. 

Las pericias revelaron que luego de asesinarla con un cinto de tela, el joven de 20 años intentó esconder el cuerpo cavando un pozo en el jardín de la casa del barrio Juan Pablo Saravia, en la zona sur de la ciudad. Ayer rompió el silencio ante el Tribunal de Juicio. Sin responder preguntas dijo: “ese día tomé pastillas, cocaína y fumé marihuana”, atribuyendo que estaba bajo los efectos de las drogas. Es más, dijo que se enteró lo que había hecho por las noticias, porque no recordaba nada, “estaba mareado”.

Contó que la relación que mantenía con la adolescente de 15 años estaba marcada por la violencia y celos. “Éramos re celosos, siempre había peleas y discusiones”, reconoció. 

La primera voz que se escuchó en las audiencias de juicio fue la de Elizabeth Muñoz, mamá de Brisa. La mujer contó que Claudio era una persona violenta, que tres veces lo había denunciado porque le había marcado la cara a golpes a su hija. Sobre él pesaban dos órdenes que le prohibían acercarse a la joven, pero la incumplió. Según Claudio Segundo, se veían a escondidas para drogarse. 

Al testimonio de la madre se sumaron las voces de los policías que intervinieron en el operativo. Algunos efectivos de la Policía de la Provincia contaron que el 6 de diciembre de 2016 Claudio estaba nervioso, sudado. Cuando llegó una segunda patrulla a la casa de la calle Mar Caspio -luego de que la hermanastra del femicida lo denunciara en la comisaría del barrio- el joven intentó escaparse pero fue detenido.

En las testimoniales, el Tribunal de Juicio comprobó además el mal accionar de los primeros policías que fueron a la casa, alertados por los incidentes. Se dejaron convencer por el femicida que ocultó el crimen y les dijo que su novia había estado en la casa, discutieron y luego se retiró hacia un kiosco. Entonces los policías se retiraron, cerca de las 13.30, por su jornada laboral ya se terminaba. Este accionar fue cuestionado duramente por el Tribunal quien pidió mayor compromiso a los policías como funcionarios públicos. 

Desde las 9.30 se reanudará la última audiencia en la que se leerán los alegatos y luego se conocerá la sentencia a Claudio Víctor Segundo. La mamá de Brisa pidió que sea condenado a cadena perpetua.

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Juicio por Brisa
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