La Caldera, el lugar ideal para desenchufar la semana

En el pueblo se pueden realizar cabalgatas, caminatas y avistaje de aves. Se encuentra a 22 km del centro.

05 Ago 2014

Para hacer actividades al aire libre y disfrutar de la tranquilidad pueblerina salteña no hace falta viajar durante horas o gastar demasiado dinero porque La Caldera, a 22 km de la ciudad, reúne cualidades que la distinguen como una localidad para despejarse, descansar y pasear.

La Caldera es uno de esos lugares ideales para “pegarse una escapada” durante el día y desconectarse. El principal atractivo de este pintoresco municipio salteño, que conserva la arquitectura del siglo 19 y también la vida de pueblo, es el Cristo Redentor de 18 metros de altura. La estatua tiene un gran significado para sus habitantes porque simboliza su creencia religiosa y, especialmente, es su protector. Una de las grandes bellezas de La Caldera es su capilla, un recuerdo de las misiones jesuíticas que le dieron origen al poblado y que también se perciben en sus calles adoquinadas entre la verde vegetación.

Una actividad turística que crece año a año es el avistaje de aves, que consiste en caminatas en medio de los cerros caldereños donde se aprecia una variedad de especies como patos maiceros, chumucos, gallaretas y reinamoras, entre otras.

Además, como una forma de rescatar las tradiciones a lo largo de la cornisa es el recorrido por el Camino Real (que antiguamente fue utilizado por los incas y los españoles para trasladarse de Buenos Aires hasta Perú y que cruza por la Caldera) se realizan cabalgatas y caminatas programadas.

Los que en cambio buscan reposo pueden ir a tomar el té en la Hostería La Caldera o tomar mates al borde del río que lleva el nombre del municipio. Alrededor de la plaza principal hay restaurantes de comidas típicas.

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