Caso Reynoso: Brítez contó cómo pagaba para que su marido sea liberado

La mujer que denunció por primera vez públicamente al ex juez federal de Orán ratificó sus dichos y dio detalles de la operatoria.

31 Oct 2017
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Sin vacilar, sin ponerse nerviosa, sin temor a represalias, la testigo Roxana Brítez se sentó frente a los jueces y ante la primera pregunta del fiscal respondió en tono firme: “a Esper le acerqué $90.000 y a los pocos días mi marido salió de la cárcel”.

La mujer estaba casada con Jaime “Ñato” Sarmiento, un hombre varias veces implicado y detenido en causas de narcotráfico que hoy forman parte de aquellas en las que se sospecha que el ex juez federal de Orán, Raúl Reynoso, cobró coimas para beneficiar a detenidos.

Al igual que lo hizo en un programa de televisión en 2015 y en la Instrucción de la presente causa, Brítez afirmó que, por orden de Sarmiento, le entregó sumas de dinero a la abogada María Elena Esper (también imputada), quien le explicó que era para pagarle a Reynoso y así lograr que su marido recupere la libertad, recordando al menos dos momentos en los que tuvo que hacerlo.

"A Esper le acerqué $90.000 y a los pocos días mi marido salió de la cárcel”.

Sobre el primero de ellos aportó datos precisos: dijo que fue citada por Esper en la plaza ubicada frente a la Iglesia en Orán y que debía llevar los $90.000. Allí se encontraron y fue entonces cuando apareció una “camioneta negra, carrosada y de vidrios polarizados”. Según la testigo, Esper le dijo que era Reynoso pero ella no logró verlo.

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Dijo que la abogada se subió a la camioneta, entregó el bolso con el dinero y luego se bajó. Su marido fue liberado tres días después. El hecho se habría producido en julio de 2010.

Aquél fue el desenlace de una trama que había comenzado a tejerse antes, cuando luego de ser detenido por el transporte de drogas, Sarmiento nombró a Esper con su abogada para que negocie su excarcelación. Acto seguido, Brítez recibió el llamado de su esposo que le ordenaba que junte $90.000 y se los entregue a Esper.

“Sarmiento tenía una caja fuerte en la casa de su mamá y ella era la única que manejaba la llave, asique yo iba ahí para buscar la plata”.

En la audiencia de ayer se le consultó de dónde había sacado ese dinero y la revelación de la testigo sorprendió a más de uno: “Sarmiento tenía una caja fuerte en la casa de su mamá y ella era la única que manejaba la llave, asique yo iba ahí para buscar la plata”, aseguró.

El mismo modus operandi se volvió a concretar al menos una vez más, según el testimonio de Brítez. Fue en otra ocasión en la que su esposo quedó preso, pero aquella vez debió pagar solo $30.000.

La mujer agregó que era citada por Esper en el mismo Juzgado, donde hablaban de la causa y luego la abogada era recibida por el secretario privado de Reynoso, el también imputado Miguel Saavedra y luego se reunía con el juez. “El precio de las liberaciones variaba según la complejidad de la causa por la que estaba detenido”, contó.

“Me llamaron para decirme que Reynoso decía que si yo retiraba mi denuncia, mi hermano iba a salir en libertad inmediatamente”.

Otra afirmación que dejó boquiabiertos a todos fue cuando sin dudar respondió a qué se dedicaba Sarmiento: “a mejicanear, que es robar la droga que entran otros”. También ratificó lo que dijo en aquél programa de televisión, de que fue víctima violencia de género y de amenazas de muerte por parte de su esposo.

Su silencio a cambio de su hermano

Pese a lo fuerte de las declaraciones que pronunció Brítez, todas ya habían sido ventiladas durante la investigación de la causa pero la testigo se despachó con una historia desconocida que terminó por sorprender a los presentes.

Contó que luego de radicar la denuncia de todo lo anteriormente contado en sede fiscal, recibió una llamada de Gendarmería en la que un efectivo de la fuerza le transmitió un mensaje que no pudo creer: “me llamaron para decirme que Reynoso decía que si yo retiraba mi denuncia, mi hermano iba a salir en libertad inmediatamente”, reveló pero resaltó que, aunque se sintió presionada, no retiró la denuncia.

Su hermano, Pedro Brítez, había caído junto a Sarmiento en una causa por el transporte de 97,89 kilos de cocaína el 11 de junio de 2013.


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