Tráfico ilegal de animales: “los salvamos y cuidamos como podemos”

Soledad de Bustos dirige la Estación de Fauna Autóctona, carente de recursos para cumplir su misión. Mirá el video.

05 Dic 2014
Cientos de animales son rescatados cada año del tráfico ilegal y del mascotismo al cual lo someten las personas que creen que pueden domesticar animales salvajes. Todos ellos van a parar a la Estación de Fauna Autóctona, en Finca Las Costas, pero la falta de recursos económicos y de infraestructura hacen que su protección no sea la adecuada.

“Están acá porque no hay otra forma de tenerlos y no se pueden soltar porque no sobreviven”, es el relato de la directora del lugar, Soledad de Bustos, que con mucho esfuerzo y dedicación y ayudada tan solo por seis trabajadores y algunos pocos veterinarios intentan mantener el lugar en las mejores condiciones posibles: “esto funciona a pulmón”, describe.

Tapires, pumas, monos, chanchos del monte, avestruces, loros, corzuelas, llamas, yacarés, tortugas, iguanas, zorros y un águila mora, entre otros, son algunos de los animales que se pueden encontrar en el predio que consta de diez hectáreas y está ubicado a pocos kilómetros del comienzo de la circunvalación oeste.


“Hace un tiempo se iba a desarrollar un proyecto hermoso, creando un parque donde los animales iban a estar sueltos y seguros y la gente los iba a poder visitar”, cuenta Soledad al tiempo que aclara que la idea quedó trunca porque los fondos que iban a usarse debieron destinarse a otro asunto por una urgencia.

Aunque antes se permitió la visita de los colegios, hoy eso no está permitido porque “no están dadas las condiciones de infraestructura y seguridad; necesidad de un alambrado especial y solo tenemos algunos metros”, según señaló la directora.

La Estación de Fauna hoy alberga cientos de animales, entre ellos 30 pumas que no pueden ser liberados porque fueron rescatados de cachorros y no saben cazar, por eso no sobrevivirían. Además, según cuenta la directora, cada uno come 1,5 kilogramos de carne día de por medio. 

“Una vez rescatamos un mono muy chiquito que estaba siendo traficado dentro de un termo”, cuenta Soledad, que en referencia al tráfico destaca como lo más frecuente el de los loros, que se venden a $500 cada uno en el mercado negro.

Un caso emblemático del maltrato de animales salvajes es el caso de un Tapir que hace ocho años fue rescatado de un circo, en donde le habían cortado las pezuñas para hacerlo pasar como un elefante enano. “Le crecen deformadas y camina mal, por eso casi todo el tiempo está recostada en el suelo”, describe de Bustos.


Existen categorías de conservación según peligro de desaparición en su ambiente natural pero en general las especies que están allí “no están amenazadas, salvo el tapir, el pecari labiado o chancho del monte”.

“Dentro de todo el balance es positivo”

El Secretario de Ambiente, Gustavo Paul, dialogó con LA GACETA y se refirió a la situación que atraviesa la Estación de Fauna Autóctona y rescató que si no estuvieran allí, “estarían en cautiverio”. “El tráfico ilegal de animales y el mascotismo genera una mortandad importante o daños irreparables”, agregó.
Paul explicó que trabajan con fundaciones como Temaikén para derivar algunos animales con el objeto de generar repoblación.

Tanto Paul como de Bustos señalaron que parte del problema está en los fondos económicos con que disponen. “Hemos dispuesto una parte y el resto esperamos hacerlo en un mes”, dijo el funcionario.






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