Juicio a Reynoso: testigos insistieron en que pagaron para obtener libertades

La esposa y la hermana de Iván Cabeza contaron su historia, al igual que un hombre que estuvo detenido y pagó para ser liberado.

13 Nov 2017
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Audiencias como las de hoy no serán frecuentes a lo largo del juicio que se sigue contra el ex juez Federal de Orán, Raúl Reynoso, y otras siete personas acusadas de pedir coimas para beneficiar a detenidos por narcotráfico. Es que los tres testigos que declararon afirmaron que pagaron para lograr libertades y testimonios de esa índole no abundarán.

La primera en declarar fue Silvina de Cabeza, esposa del empresario carnicero Iván Cabeza, quien fuera detenido por Reynoso en una causa en la que lo consideraba líder de una asociación ilícita dedicada al lavado de activos provenientes del narcotráfico, evasión fiscal, tráfico de inmigrantes y de divisas.

La querella acusó a Reynoso de falsificar una causa para pedir coimas

La mujer, sentada frente a los jueces del Tribunal Oral Federal n°1, aseguró que junto a su cuñada optaron por pagar para lograr la liberación de su marido y que juntaron $100.000 de los $600.000 que aceptaron abonar.

El calvario vivido durante los 59 días que su marido estuvo preso, sumado a las graves acusaciones que enfrentaban, que además perjudicaron a los negocios familiares, y la falta de resultados en sus presentaciones legales llevaron a la familia a aceptar la propuesta llevada por dos amigos suyos que les dijeron oficiar como intermediarios de Reynoso: Diego “Carioca” Aquino y José “Tara” Flores.

Declararon nulo el procesamiento contra Iván Cabeza por lavado de dinero y otros delitos

Viviana Elizabeth Cabeza, hermana de Iván, fue la encargada de llevar el dinero recolectado y así lo sostuvo en la audiencia, donde contó que primero le pidieron $3.000.000 para luego acordar en $600.000. Contó que un empleado de la carnicería la acompañó a dejar el dinero en la casa  de la madre de Aquino, quien luego les dijo que él se encargaría de pagar los otros $500.000 en agradecimiento a Iván Cabeza, quien años antes le había dado trabajo y hasta incluso prestado dinero.

Cabeza fue liberado al día siguiente de la entrega del dinero.

Ambas mujeres dijeron que Flores y Aquino aseguraban que su contacto era con Arsenio Eladio Gaona, el abogado ex cuñado de Reynoso que también está imputado en la causa como miembro de la asociación ilícita. Los abogados defensores de ambos imputados se mostraron sonrientes y confiados al salir de la audiencia entendiendo que ninguno de los testigos afirmó haberlos visto o entregado personalmente el dinero a sus clientes. Incluso la esposa de Cabeza dijo que no cree que el dinero haya llegado a manos de Reynoso sino que ve probable que Aquino se la haya quedado.

En primera persona

El tercer testigo fue alguien que habló de su propio caso. Bruno Mazzone cayó detenido junto a Iván Cabeza y Pablo Meneses, con quienes compartió los casi dos meses que estuvieron presos. El tucumano, también vinculado al rubro de las carnicerías, dijo que pagó para ser liberado luego de ver que sus abogados no obtenían resultados legales y que Meneses salió de la cárcel luego de pagar y habiéndole dicho que “era la única forma de salir”.

“Mi hermana pagó por mi libertad” y otras fuertes frases de Cabeza contra Reynoso

Mazzone declaró que al ver que pese a que la causa que enfrentaba carecía de pruebas, seguía preso y que Meneses le recomendó hacerse representar por la abogada María Elena Esper (también imputada), quien lograba acuerdos con el juez por medio del pago de coimas. El hombre dijo que le encargó a su hermano que junte el dinero y que pagaron $300.000 a través de Meneses y Esper. Luego, Meneses le dijo que había puesto por él (por Mazzone) los otros $200.000 para completar el total de medio millón de pesos.

Estaba citado para declarar hoy pero no concurrió y deberá hacerlo el martes 21, Pablo Meneses, cuyo testimonio será trascendental para confirmar o no si pagó por su libertad y si intermedió en el pago de Mazzone.


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