Santino se recupera con cuidados extremos y mucha esperanza

Hace pocos días, Santino Bouhid volvió a Salta y las esperanzas de un milagro que le devuelva al vista volvieron a multiplicarse para él y su familia. El niño salteño, que desde su nacimiento no puede ver, se sometió a tres implantes de células madre en las retinas en un instituto especializado de China y su regreso es el comienzo de una espera de seis meses para saber si el procedimiento permitirá que recupere la visión.

"Ya puede seguir luces y distingue los colores", cuenta Cintia Rivadera, su mamá, a LA GACETA. Las expectativas son muchas y asegura que ahora lo que deben hacer es la mantener la calma y seguir al pie de la letra los tratamientos que le indicaron. Entre ellos, los de estimulación visual que se está realizando en Buenos Aires y que se combinan con las pastillas que debe seguir tomando durante varios meses.

El pronóstico médico es, dice Cintia, más que favorable y los médicos que lo atendieron determinaron que Santino tiene chances de tener un alto porcentaje de recuperación de la visión de ambos ojos.

"De a poco va a ir avanzando. Van a ir creciendo las células que le implantaron y ya muestra recuperación en los dos ojos", dice. En el medio año que le queda por delante, la familia tendrá tiempo también para volver a reunir el dinero de un nuevo viaje, mientras se acomoda a las exigencias del tratamiento. "Santino no puede estar al sol, ni meterse en la pileta o tener fiebre o inyecciones", cuenta la mamá y explica que las células son todavía frágiles y cualquier alteración del ambiente pueden destruirlas. 

"Tratamos de no presionarlo para que él solo vaya avanzando y nos cuente lo que va viendo. Cuando le preguntás mucho dice lo que querés escuchar", agrega. "De ánimo está muy bien, tiene mucha fuerza, todo lo toma con alegría, gracias a Dios que nos está ayudando mucho", dice.

El pronóstico médico es, dice Cintia, más que favorable y los médicos que lo atendieron determinaron que Santino tiene chances de tener un alto porcentaje de recuperación de la visión de ambos ojos. "Nos dijeron que pusieron todo lo posible para obtener respuesta al tratamiento, pero ahora depende mucho de lo que pase en estos meses", agrega la mamá. "Si llega a tener dificultades, pierde todo el tratamiento, por eso hay que tener cuidado".

"Tuvimos que oscurecer la casa para que no entre la luz y tratamos de estar encima de él todo el día. Los chicos a esa edad tienden a querer jugar con agua, pero la verdad que es un trabajo mínimo al lado de lo que significa recuperar su vista", agrega.