Padre de Andrea Neri: "Se enamoró por primera vez de una porquería"

Se cumple un año del femicidio que cometió "Chirete" Herrera" en la cárcel de Villa Las Rosas y la Justicia demora el juicio. Juan Neri contó detalles de la violenta relación violenta y el registro de las cámaras. Video.

05 Ene 2018
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GABRIEL ROBERTO "CHIRETE" HERRERA. Hace cuatro meses la causa fue elevada a juicio y aún no tiene fecha.

Juan Pablo Neri cuenta que la vida le cambió hace exactamente un año. Aquel mediodía del 5 de enero de 2017, su hija Andrea fue al penal de Villa Las Rosas a visitar a su novio, Gabriel “Chirete” Herrera, quien cumplía una condena por un femicidio en 2006. La historia se repitió.

Parte de la familia no estaba de acuerdo con la relación. De hecho, el papá explica que su hija conoció al femicida cuando visitaba a dos primos que estaban alojados en la Unidad Carcelaria N°1. Allí comenzó a frecuentarse con Herrera y la joven lo visitó cada jueves y domingo. Al tiempo iniciaron una relación y quedó embarazada.

Quién es "Chirete" Herrera, el femicida de la cárcel de Salta

El vínculo no solo no era aceptado por Juan Pablo sino también por Gonzalo, uno de los primos que cumplía una condena por robo y conocía los antecedentes de “Chirete”. Incluso envió una nota a las máximas autoridades del Servicio Penitenciario de Salta para que no le permitieran a Herrera ser visitado por Neri. Sin embargo el pedido fue rechazado y, además, el interno accedió a visitas íntimas.

Según Neri, la relación estuvo teñida de violencia y así lo demuestra un documento clave en la causa que enfrentan el femicida y cinco guardiacárceles acusados de incumplimiento de deberes de funcionarios públicos.

Un “Chirete” violento y Neri resistiendo hasta último momento

Las cámaras de seguridad registraron el violento accionar de Herrera y una joven tratando de defenderse mientras cargaba su bebé de dos meses en brazos. Juan Neri cuenta que accedió al registro de filmaciones y en las secuencias se puede ver a Herrera llevando por la fuerza a su hija a la celda 372 del pabellón “E”. Detalla que el interno la abrazaba por la espalda, con una mano sujetándola desde el vientre y la otra a la altura del cuello y la boca. Así la condujo hasta un baño.

Revelan escalofriantes detalles de cómo “Chirete” Herrera asesinó a Andrea Neri

“Estaba determinado a acabar con la vida de su pareja y madre de su hijo”, dice el fiscal de la causa, Pablo Rivero. Se pudo establecer que Herrera habría intentado agredir o someter sexualmente a su pareja quien se resistió verbalmente. La discusión fue escuchada por otro convicto. Al percatarse que no estaban solos en el baño, el femicida esperó que su compañero saliera. Cuando sucedió, el preso dijo haber visto que el acusado tenía sujeta de los brazos a Neri. También contó que, al mirar hacia atrás, vio que “Chirete” llevaba a su pareja a la rastra a la celda. La situación fue advertida por el preso a un guardia ubicado en el sector externo de la celda, pero sus dichos no fueron tenidos en cuenta, razón por la cual la Fiscalía continúa una causa penal paralela a estas supuestas irregularidades cometidas por el Servicio Penitenciario. Esta situación también fue registrada por la cámara de video ubicada en ese sector.

Juan Neri asegura que su hija se resistió a ingresar a la celda, de hecho ponía los pies en los barrotes pero Herrera la doblegó y ultimó.

Cómo vive hoy “Chirete”


Mientras la Justicia aún no fija fecha de juicio, Gabriel “Chirete” Herrera está alojado en la Unidad Carcelaria N°3 de Orán.

Durante este tiempo inició huelgas de hambre y se autolesionó para llamar la atención de los guardias, con pedidos frecuentes. Primero solicitó ser trasladado a Orán porque aseguró que en Salta su vida corría peligro. El juez de Garantías 4, Diego Pipino Rodríguez, accedió y fue traslado a la ciudad norteña. Allí ingresó el 27 de abril y a las pocas horas protagonizó su primer incidente. Se autolesionó para llamar la atención de los guardias a quienes les pidió volver a Salta. Es que en Orán se encontró con el mismo panorama. Desde la cárcel indicaron que rompió todos los códigos y “se la tienen jurada”. Esta vez la Justicia no dio lugar a su pedido.

Permanece alojado en soledad en una celda que no se conecta con ninguno de los pabellones, y que está ubicada a pocos metros del pasillo de ingreso a la Unidad Carcelaria. No tiene contacto con otros reclusos, está aislado y tiene prohibidas las visitas íntimas, una medida que a partir de su caso abarca a todos los presos de Salta por hechos de violencia de género.

Tiene custodia las 24 horas, cuestión que derivó en un pedido a través de su representante legal ya que no tiene privacidad. Sin embargo accede a actividades de recreación y luego regresa a la celda, sin televisión, y con horarios para limpiarla.

La justicia que aún aguarda fecha


En septiembre de 2017 la causa por el femicidio de Andrea Edith Neri quedó radicada en la Sala VI del Tribunal de Juicio, cuyo presidente será el juez Guillermo Pereyra. El objetivo era que se fije audiencias antes de fin de año pero al momento nada de esto ocurrió.

La causa tiene como principal imputado a Gabriel Roberto Herrera por el delito de homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y por el género en perjuicio de Andrea Edith Neri. “Chirete” se encontraba privado de su libertad por una condena a prisión perpetua dictada por la Cámara Tercera en lo Criminal, el 22 de septiembre de 2006, por ser autor del delito de homicidio calificado por el vínculo y por la alevosía en perjuicio de Verónica Soledad Castro, que también se dio en una cárcel.

Por el crimen de villa Las Rosas serán juzgados cinco guardiacárceles imputados por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público Juan Carlos Gutiérrez (49), José Luis Ávalos (45), Fernando Daniel Velásquez (48) y Héctor Augusto Franco. También está acusado Nelson Alexander Cardozo (32) del delito de abandono de persona seguido de muerte.

Ávalos cumplía funciones como Jefe del Departamento de Tratamiento y Vigilancia; Franco, era Jefe de Pabellón, y Velázquez era Sub Jefe de departamento. Cardozo se desempeñaba como celador del Pabellón donde sucedió el hecho y tenía la obligación de custodiar y resguardar la integridad física de los internos y las visitas. Además, habría sido alertado sobre la agresión que Neri estaba sufriendo pero jamás la asistió.

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