¿Cómo es el mercado del arte en Salta?

Cuatro profesionales -entre artistas, gestores, comunicadores y curadores-, analizan el mercado del arte en Salta. ¿Cómo hacen los artistas para vender sus obras en Salta?

07 Ene 2018

Para empezar a hablar del mercado del arte, especialmente en Salta, hay que diferenciar dos maneras de adquirir una obra: por diseño, es decir, para vestir una habitación del hogar; o bien, para invertir, apoyar a un artista, o empezar a coleccionar arte.

A partir de ahí, se abren dos caminos: las casas de diseño, ferias, en donde por lo general se presentan artistas jóvenes que desean empezar a mostrar su obra; o bien, las galerías especializadas, ya sean tradicionales o alternativas en donde se exhibe obra que está a la venta y se asesora e informa al comprador que desea invertir o armar su propia colección.

Siguiendo estas dos tendencias, en Salta existen diferentes espacios en donde circulan obras de arte. Por un lado, las galerías entre las que se encuentran Mamoré, Kiosco del Arte y Vanguardia y Tradición. A ese circuito tradicional, se le suman espacios alternativos como El Teatrino, Design Suites, República Design y diferentes casas de decoración y restaurantes en donde se exhiben y venden obras de arte.

Las obras de artistas salteños se pueden conseguir desde, aproximadamente, $2.000 a $50.000


Susana Rocha, artista y gestora cultural, organizó el trabajo en la nueva galería que se encuentra el frente del templete de San Cayetano, Vanguardia y Tradición: “La compra de obras de arte por diseño, está tomando auge en Salta. Hubo muchas movidas relacionadas a la decoración, se hacen ambientaciones, se invitan a artistas y eso ayuda al consumo de obra. Por otro lado, la opción de vender obra en una galería sería lo ideal: que la gente desee consumir arte, entender un poco, interiorizarse, empaparse de lo que el artista transmite y que empiece a formarse un consumidor con una pequeña colección de arte”, analiza la especialista.

“Una galería privada sirve para introducir el arte en el mercado, uno va a comprar arte. En cambio, en un museo, uno va a ver obras. Sin embargo en Salta los dos museos, de Bellas Artes y Contemporáneo son espacios muy anhelados por los artistas”, considera Rocha.

Por otra parte, y según Marcela López Sastre, curadora y productora de arte, está bueno para los artistas jóvenes mostrar su obra en espacios alternativos pero, asegura, "hay que tener en cuenta, que en una galería se apoya el trabajo del artista como algo más sólido y a largo plazo”.

Según las especialistas consultadas, algunos salteños compran por gusto, otros para invertir. “Hay muchas actividades relacionadas al arte, más allá de las exposiciones hay remates y otras acciones. Pero en Salta está incipiente este tema. A veces el arte se vende por el ámbito social en el que te movés”, dice Rocha.

López Sastre, tiene una visión similar: “Por lo general, el salteño compra obra de arte de Salta. Muchas veces no pasa por intermediarios como los galeristas, gestores o productores de arte y va a ver al artista y le compra directamente”, explica a LA GACETA.

Sin embargo, en el momento de abonar hay muchas maneras de hacerlo y dependen del artista. Algunos aceptan tarjetas o cuotas de contado, o bien, ubican su obra en una galería o espacio que trabaja a modo de intermediario. “El precio de la obra, depende, principalmente, de la carrera del artista: si es alguien comprometido con su trabajo, si estudia y hace circular su obra en diferentes espacios. Si el artista o su obra gana premios, también le da valor a la obra”, revela López Sastre.

Juan Blanco lleva adelante desde hace 11 años, una de las galerías de arte más tradicionales en Salta: Mamoré. “Es un rubro muy difícil, la venta de arte contemporáneo que es a lo que nosotros nos dedicamos. Se vende poco y el mercado es limitado. Particularmente en Salta existe el mercado que quiere una obra para decorar la casa, no hay mucho coleccionismo que es lo que alimentaria al arte contemporáneo. También hay falta interés por parte de la gente, del común de la gente. Plata no falta, pero se gasta en otra cosa, se da prioridades a otras cosas y el arte por lo general no está valorizado”, reflexiona.

Una de las deudas que remarca el especialista, tiene que ver con salir de Salta y regionalizar el arte. “No salimos mucho de Salta y no sabemos qué se hace en Jujuy, Tucumán o Chaco. No hay colaboración que, si se diera, podría generar algo mucho mejor para todos, como por ejemplo, integrando los Salones de Arte provinciales y que participen de manera regional, para que el arte circule”, sugiere Blanco.

“Falta interés por parte de la gente, del común de la gente. Plata en Salta no falta, pero se gasta en otra cosa, se da prioridad a otras cosas. El arte no está valorizado en general”, dice Juan Blanco, propietario de la galería de arte Mamoré.

Según la encargada de relaciones públicas y comunicación de CasaDir, entre otras actividades realizadas en 2017, es un buen momento para el arte en Salta: “El arte está en su momento de explosión en Salta. El año pasado se hizo CasaDir, una muestra de arte, diseño e interiorismo. También se realizó #DicaUP, una muestra creada por Susana Rocha y Paola Daniele que se realizó en noviembre en Alto NOA Shopping, en donde expositores, profesionales y artistas, mostraron su trabajo. A eso se le sumaron nuevos espacios de diseño como República Design y Lumière, en donde muchos artistas exponen, muestran y venden su trabajo” expresó Guadalupe Laclau y agregó que también muchos restaurantes de Salta y Cafayate, por ejemplo, renuevan sus espacios con artistas locales brindándoles un lugar de exposición y venta de su obra, fuera del circuito tradicional.

Laclau puso como ejemplo el trabajo de la artista Mariana Ayraudo quien, luego de exponer en CasaDir comenzó a trabajar en espacios diferentes como interviniendo productos como zapatos y carteras o vidrieras de locales. “El arte en Salta explotó”, aseguró con convicción.



La experiencia de vivir haciendo arte y diseño

Paula Casalderey, es artista y diseñadora y diferencia muy bien su trabajo en ambos rubros: “Son dos cosas diferentes; una es posicionarse como artista con una carrera y otra realizar arte utilitario. El arte no tiene por qué tener una función, mientras que el diseño sí. Yo pasé por la gestión, por dedicarme a la producción y, luego, al diseño. En realidad soy diseñadora y me fui metiendo en el mundo del arte, la gestión. Lo hice como una búsqueda para vivir de lo que producimos porque vivir de la mera obra de arte es muy difícil”, relata a LA GACETA.

“Actualmente muchos artistas comenzaron a hacer arte utilitario y está bien, pero tampoco es fácil. Los artistas debemos focalizarnos para crear un producto de diseño porque, como artistas, siempre estamos creando lo que queremos. En cambio, en el diseño, uno tiene que producir en base a una metodología de trabajo”, analiza Casalderey y agrega que ambas actividades tienen en común “el acto creativo”.

Según la artista y diseñadora, lo que falta en Salta es el sistema de “engranaje” que hay en otros países en donde el artista produce y hay una cadena que comercializa la obra. “El artista no tiene por qué tener la formación económica porque se ´ensuciaría´ la obra. Es un acto de libertad crear esa obra y está buenísimo que alguien gestione y cobre ese trabajo”, asegura Casalderey.

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