Tragedia en Cerrillos: muertes, decenas de heridos y un sistema de salud colapsado

Un hospital desbordado, calles inundadas, cortes de luz y el traslado de pacientes en colectivo dejaron al descubierto serias fallas ante situaciones de este tipo.

06 Ene 2018
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Como si no fuera suficiente con la gravedad del trágico accidente que se produjo sobre ruta 68, la lluvia, el granizo, las rutas inundadas y el corte el suministro eléctrico desbordaron al sistema de emergencia y salud pública.

Cerca de las 17:30, cuando la tormenta se hizo más intensa en la zona del Valle de Lerma y empezó a caer granizo, una desafortunada maniobra desató una verdadera tragedia.

Video: dos personas perdieron la vida tras un trágico accidente en la ruta 68

La camioneta en la que viajaba Nicolas Ahanduni impactó contra un colectivo interurbano que se dirigía a La Merced.

El choque fue de tal magnitud que casi, de manera instantánea, el joven conductor del vehículo perdió la vida, mientras que una mujer fue despedida por el parabrisas del colectivo, según algunos testigos. Al llegar al lugar, el padre del joven también falleció luego de sufrir un paro cardio respiratorio.

Más de 30 heridos comenzaron a llegar al hospital Santa Teresita de Cerrillos, mientras que los de mayor gravedad eran trasladados al San Bernardo o al Papa Francisco.

A la llegada de los servicios de emergencias, la situación ya era caótica.

“Mucha gente lesionada, levanté gente ensangrentada, el vago de la camioneta murió al toque. Es feo ver gente así, con cortes en la cabeza, gente con fracturas, chiquitos con la boca partida” afirmó un chofer de colectivo que estuvo presente en esos momentos.

Sin embargo, y soportando la intensa lluvia y la caída de granizo, al poco tiempo comenzaron a acercarse vecinos de la localidad con toallas, abrigo y con voluntad de ayudar.

Lo mismo sucedió en el hospital local donde rápidamente los vecinos se acercaron para colaborar y lo mismo hicieron trabajadores del nosocomio que no estaban de guardia.

Lee más: 25 heridos fueron trasladados al San Bernardo en un colectivo

Pero allí la situación no fue menos dramática que en la ruta. A la falta de luz –habían cortado el suministro desde las 16- se sumó la falta de espacio para albergar a la cantidad de heridos que iban trasladando al lugar.

Al menos por tres horas el hall del nosocomio se llenó de heridos, algunos en sillas de ruedas, con brazos vendados o en estado de shock, y el personal hizo lo que pudo.

La buena predisposición de enfermeros y médicos alivió un poco la situación, pero la infraestructura se vio fácilmente saturada.

A los heridos de mayor gravedad y sobre todo a niños y ancianos los trasladaron en ambulancias, que dejaban a los pacientes en los hospitales capitalinos y volvían a buscar a los que quedaban.

El resto tuvo que ser trasladado en un colectivo de Saeta, en donde viajaron más de 25 personas, que en su mayoría fueron derivadas al Hospital San Bernardo para la realización de estudios.

La lluvia no daba tregua y la ruta seguía siendo peligrosa, ya que había anochecido y una buena parte del trayecto hasta la Capital salteña se hallaba inundado.

En el hospital de la localidad del Valle de Lerma, una mujer contó que el impacto había sido muy fuerte y la cantidad de heridos incontable, pero pese a tener el brazo vendado e inmovilizado lo que más le preocupaba era la salud de su hija que en esos momentos estaba siendo atendida.

Entre llantos, lamentos y preocupación, la sala del hospital Santa Teresita se fue vaciando después de varias horas de intensa actividad.


Alrededor de las diez de la noche, la responsabilidad estaba en manos del personal del hospital San Bernardo a donde llegaron unas 22 personas, varias horas después del accidente.

Mientras tanto, algunos cerrillanos seguían buscando a familiares que habían viajado en la tarde a la capital salteña y no habían vuelto a sus hogares.

Lluvia, granizo, muerte, heridos, falta de electricidad y calles inundadas desbordaron a un sistema de salud pública en emergencia.


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