Mapa interactivo: ¿Cuáles son los barrios de Salta más castigados en época de lluvias?

Mientras la ciudad crece, el agua le gana a las obras y cada año se repiten las inundaciones. Mirá el mapa de los puntos críticos.

16 Ene 2018
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FOTO FM CAPITAL

Cada verano, Salta vuelve a repetir el paisaje de los barrios inundados, los evacuados, los desplazados y las calles intransitables por el barro o los anegamientos. La razón que se esgrime, en todos los ámbitos, es siempre la misma: la ciudad avanza más rápido que las obras y cada año las lluvias son más intensas.

Según explica a LA GACETA Nicolás Kripper, subsecretario de Prevención y Emergencias de la Municipalidad de Salta, los sectores más afectados por las lluvias en el microcentro de la ciudad no son muchos, pero sí muy críticos.

La calle España, entre Zuviría y Vicente López, la Ituzaingó después de Mendoza y hasta San Luis, la esquina de 20 de Febrero y Belgrano, la esquina del Colegio Salesiano (Caseros y Bolívar), la avenia Belgrano al 1400 y hasta Almirante Brown, por mencionar algunos. En cuanto a los barrios, Salta se inunda en Nuestra Señora del Carmen, en El Círculo, Santa Ana I, Limache en la interersección con la Ruta 26, Villa San Antonio, San Silvestre, Roberto Romero, Santa Rita, los barrios cercanos al canal del Tikunaku en la zona sur. 


LAS OBRAS QUE FALTAN

"La mayor realidad, lo que se necesita, son obras para conducir el agua de manera efectiva", dice Kripper y agrega que la infraestructura actual se construyó hace más de 20 años, para caudales de agua mucho menores a los actuales. "Todos los canales se calcularon para una cantidad determinada por mes, y en muchos casos se duplicó ese caudal por una cuestión de fenómenos climáticos y por la modificación de las condiciones meteorológicas", agrega.

Sin embargo, de acuerdo a Juan Sciortino, ingeniero en Recursos Hídricos y consultor, los volúmenes de las precipitaciones no son la principal causa de las inundaciones sino la velocidad del crecimiento de la ciudad que no se acompaña con un sistema pluvial a medida. "El problema es lógico y natural: la ciudad crece y los desagües son de los '60. Se hicieron algunas obritas, y destaco el canal de Los Manzanos que ha servido para paliar la situación en esa área, pero se están haciendo barrios, dando viviendas, ocupando una superficie muy grande donde antes había monte o zonas de cultivos. Crece todo menos los desagües pluviales, esa es la realidad de lo que pasa en la ciudad", señala.

"Crece la ciudad y no la infaraestructura, es un problema básico. Y si estuvieran los proyectos, los costos son tan grandes que no se pueden encarar" agrega. "Otro problema es que uno diseña un sistema para una tormenta y no se puede construir por los costos, entonces hay que diseñar para tormentas de menor recurrencia y evaluar lo que tarda en desaguar loq que queda acumulado. No solo es un problema de falta de proyectos sino que muchos proyectos son irrealizables".

TERRENOS PELIGROSOS

Otro problema que se suma a la escena desesperante de las lluvias es la de los terrenos que se entregaron en zonas inundables, y cuando llueve -incluso un poco- el suelo se satura y deja de absorber los excedentes de agua. "Ahí hay un problema específico de cómo se dan, cómo se evalúan y, si son inundables, cómo evitar inundaciones con obras que acompañen esa inundabilidad"; dice Sciortino. "Muchos piensan que tienen el terreno, con los servicios, a veces hasta con el agua potable y el gas, pero el tema de las inundaciones es muy serio".

En el extremo de las zonas vulnerables, los asentamientos como Gauchito Gil o Mi Sueño constituyen uno de los escenarios más críticos cuando la lluvia cae. "La necesidad de la vivienda propia ha sido más veloz que la del desarrollo de infraestructura para solucionar los problemas del agua", reconoce Kripper.


TRABAJO DE TODOS

Para Martín Capobianco, presidente del Colegio de Arquitectos de Salta, el problema de Salta es histórico y sucede todos los veranos desde hace muchos años. "Por ahí nos olvidamos y creemos que vivimos en una ciudad con pocas lluvias. Además de la falta de mantenimiento de las viviendas, que es una constante", dice. 

La mezcla de factores involucra a los ciudadanos, que siguen sacando la basura aunque haya anuncio de tormentas, o lo hacen fuera de hora o en días en los que no hay recolección. Cuando crece el agua, arrastra los residuos y muchas veces terminan tapando las bocas de tormenta de la ciudad. 


Capobianco coincide con Sciortino en cuanto a la falta de planificación urbana y agrega que se debe trabajar profundamente en la ciudad para los próximos 20 o 30 años. "En una ciudad que crece con la magnitud con la que crece Salta, las zonas de absorción son cada vez menores porque hay cada vez más zonas construidas, por lo tanto la infraestructura pluvial debe acompañar este crecimiento. Necesitamos un manejo de cuenca, no es solo el trabajo en la ciudad, sino el manejo hídrico de las cuencas de los ríos aguas arriba", concluye.

EL AGUA QUE VIENE

Según Kripper, la previsión de las precipitaciones para este verano llega a los 186 mm y ya cayeron 84mm. "Con estas características de continuidad en las alertas meteorológicas, mucha agua en corto tiempo, granizo, ráfagas de 40 a 60km por hora, hemos revisado los protocolos de actuación junto a Acción Social, obras públicas y Medio Ambiente en el Comité Operativo de Emergencia Municipal para dar respuestas inmediatas. Esto lo hacemos con Provincia y Defensa Civil para tener individualizados los refugios en las zonas más vulnerables como para dar asistencia inmediata en caso de evacuados", explica. Es que por ahora, prevenir es la única salida posible, hasta que baje el agua o hasta que le encuentren una mejor salida.

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