El verano agrava la enfermedad renal crónica y los cálculos

Los cálculos renales y la enfermedad renal crónica tienden a empeorar en esta época.

21 Ene 2018
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AFECCIÓN. El dolor de cólico renal es uno de los peores que trata la medicina. thesgem.com

Durante los días de verano aumentan la temperatura y la deshidratación. Por lo tanto, la pérdida de minerales y de sales esenciales desarrolla un importante impacto en el organismo, causando una disminución de líquidos de manera insensible.

Un estudio relativamente nuevo de la Universidad de Harvard sugiere que los cambios aparentemente pequeños en las temperaturas durante esta época pueden acortar la esperanza de vida de personas en edad avanzada y con problemas crónicos de salud, lo que resulta en miles de muertes adicionales al año.

Los cálculos renales y la enfermedad renal crónica tienden a empeorar en esta época. Y aunque no se presentan en todas las personas, sino en las más predispuestas a sufrirlos, lo mejor es estar hidratado constantemente. De lo contrario, los minerales se acumulan en los túbulos del riñón.

Muy doloroso

Más del 10% de la población argentina corre el riesgo de sufrir cólicos renales por lo menos una vez en la vida, y ese dolor es uno de los peores que existen en la medicina. El individuo no encuentra posición alguna que lo calme y muchas veces hay que recurrir a un baño de inmersión en agua tibia.

Los cálculos pequeños se pueden eliminar de manera natural; pero los más grandes deben ser extraídos quirúrgicamente o por medio de ondas de choque (litotricia extracorpórea).

Por su parte, la enfermedad renal crónica es una epidemia silenciosa y muy frecuente en la Argentina: de hecho más de 25.000 personas se encuentran en diálisis en el país. Los adultos mayores son los más afectados, ya que acumulan más factores de riesgo, como hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto y obesidad.

Los pacientes con cálculos pueden deteriorar la función renal y generar enfermedad renal crónica. Por lo tanto, en época de muchísimo calor la hidratación resulta fundamental para mantener un buen ritmo diurético y un adecuado funcionamiento renal. No olvidar que, además, la alimentación debe contener poca grasa y gran componente líquido, como frutas y vegetales.

Según el estudio citado, el riesgo de mortalidad aumentó un 4 % en las personas que sufren diabetes, un 3,8 % en las que padecieron infarto cardíaco previo y un 8 % en los casos de insuficiencia cardíaca. Esto significa que, en los Estados Unidos, en la época de verano, hay un incremento en 10.000 muertes adicionales cada año.

En síntesis, el aumento de la edad de la población, las altas temperaturas y enfermedades crónicas como la renal y la litiasis renal pueden desencadenar un mayor riesgo en la salud durante el período estival. (Télam)

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