La tormenta dejó calles anegadas, viviendas inundadas y paso restringido hacia el Valle de Lerma

La tormenta que se registró durante buena parte de la mañana causó estragos, una vez más en Salta.

Las calles del micro y macro centro estaban rebalsadas por el agua que no drenaba ya que varias alcantarillas estaban tapadas de basura. La situación obligó a funcionarios de la Municipalidad a solucionar, nuevamente, el conflicto.

La postal se repetía en cada cuadra: vecinos refugiados en comercios e iglesias; otros caminando bajo la intensa lluvia mientras los ambulantes vendían sus paraguas como pan caliente. Esta vez no importaba el precio del producto, no había tiempo para "regatear" porque la urgencia era más grande.

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Rumbo al Valle de Lerma las complicaciones fueron más grandes. Por la ruta nacional 68, en el ingreso al departamento de Cerrillos, el agua tapó la cinta asfáltica. Salteños que iban o regresaban de sus viviendas y turistas que partían hacia Cafayate estuvieron varios minutos varados a un costado del camino esperando que el caudal de agua bajara. La fila de autos se hizo extensa y, por momentos, hubo 10 vehículos estacionados uno detrás del otro. Sobre la ruta, colectivos, camiones y camionetas eran quienes más circulaban por el río de agua sobre la 68. También algún valiente que se le animó al paso en su auto mediano que se quedó en medio del camino y otros que lograron pasar.

El transporte urbano de pasajeros no dejó de funcionar pero el agua generó demoras en las frecuencias. El paso es baja velocidad en vehículos grandes. El caudal de agua desembocaba desde la ruta nacional 68 hacia los canales que conducen al río Ancho. Allí el agua bajaba con fuerza y se imponía ante el temor de vecinos, turistas y animales.