Edgar González: “Si nos refugiamos en un cómodo “amateurismo”, solo cosecharemos mediocridad creativa”

El reconocido artista relacionado al teatro local habla de su labor en Europa y en otros países de Latinoamérica.

04 Feb 2018
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FOTO TOMADA DE FACEBOOK, EDGAR GONZÁLEZ

Por Amelia Royo (*)

La relativamente reciente práctica de sustituir el género habitual de trabajos críticos por entrevista a personalidades de la cultura me ha ido llevando por caminos conocidos pero también por nuevos atajos. Anteriormente me ocupé de escritores y de críticos literarios, hoy me quiero auto-desafiar intentando un diálogo con Edgar Darío González, nombre suficientemente conocido en el ámbito teatral-local y en el vecino país de Bolivia. Pero circunscribir su labor a estos escenarios es desconocer que lleva veinte años en Europa difundiendo nuestra cultura latinoamericana de la mano de otros artistas trashumantes, acaso los de mayor responsabilidad en esto de abrir caminos, porque son embajadores sin nombramiento, sin cartones de inmunidad, sin protocolo pago, sin salario presupuestado, sin guardaespaldas…

Y, sin embargo, con todo el empuje del que sobrevive del teatrillo y cabalga como el Quijote pavoneándose de la célebre apelación: “Non fullades, cobardes y viles criaturas. Que es un solo caballero el que os acomete”

Es que efectivamente Darío González anda solo, aunque ha tenido etapas de acompañarse con su hija ( Naira), o de encontrarse con titiriteros de este continente recorriendo los caminos que evocan la juglaría del Medioevo; a veces con los hermanos Castilla ( Teuco y Guayra) otras veces con artistas que conociera a lo largo y ancho de nuestros países. Aquí hace falta decir que Edgar Darío ha sido tan buen maestro de teatro que mantiene vínculos con ex alumnos del, por entonces experimental, Instituto de Educación Media (IEM) colegio creado en 1984, dependiente de la Universidad Nacional de Salta. Algunos de los entonces adolescentes estudiantes lograron tan buen vínculo con este maestro trashumante que siguen conectados, se encuentran aquí cuando él viene, o se encuentran allá en alegres y generosas mesas.

 Antes que nada me quiero disculpar por no haber asistido a la convocatoria de un “Conversatorio” que tuvo lugar en Salta (en noviembre último) con motivo de tu reciente visita. Supe que estuvo parte de tu arco de amigos y colegas. No pude estar y en este diálogo pretendo conocer qué te dejó esta visita a Salta…

 - Regresar a la tierra de uno es siempre gratificante. El encuentro con la familia y los amigos, también con el paisaje, me acercan a una paz nostalgiosa y al convencimiento de que ya no podría vivir aquí. Mi nueva familia y mis actividades están lejos. Volveré "como la luna vuelve al patio", toda vez que pueda.

 El público que leerá esta nota querrá saber cuándo y por qué cruzaste el océano. Los que conocemos tu andar itinerante ubicamos la geografía americana como la más transitada y elegida durante gran parte de tu trajinar ¿Cuándo y por qué (y con quién) atravesaste el océano en busca de experiencias otras?

 - Trabajé en mis primeros 50 años en Argentina, Perú y Bolivia, como educador y como hombre de teatro. Pude vivir, a veces a mala pena, de mi actividad creativa. Hice casi todo lo que deseaba y recibí el reconocimiento de personas e instituciones.

Un buen día mandé a mi hija Naira a estudiar teatro a Dinamarca y al poco tiempo me fui solo a Estados Unidos y de ahí a Italia con un contrato de trabajo por tres meses. Encontré un terreno fértil, para mi actividad teatral, una nueva y maravillosa compañera y me quedé. Conocí grandes maestros, trabajé con ellos.

Aprendí mucho, y compartí mi experiencia con muchos jóvenes.

Volví muchas veces a Argentina y Bolivia con grupos de teatro europeos en seis giras. Siempre fuimos muy bien recibidos.

 - Tengo entendido que habitas en las cercanías de Málaga: ¿fue una deliberada elección?, ¿fue una azarosa búsqueda que recala en el Sur de España o podemos inferir que este es un destino ocasional hasta decidir próximamente otro lugar para vivir?

 - Fui hace 15 años a Fuengirola a realizar una muestra de esculturas, actividad creativa que empecé en Milán, en el año 2000. Había decidido irme de Italia.

En esta parte de España, hice tres exposiciones, y decidí quedarme, era la tierra de mis abuelos.

Te sabemos autor de muchas de las cosas que constituyen puestas, a veces con el invalorable aporte de Naira –tu hija formada en escuelas y grupos europeos-, la pregunta sería ¿cuánto co-participa el público malagueño (o español en general) de efectos concebidos en y desde la larga experiencia sudamericana?

- Casi no conozco al público español. Porque todo mi trabajo teatral lo hice en Italia, donde mi experiencia sudamericana fue valorada y aprovechada.

El público italiano de todas las edades es gratificante y participativo.

Sabía que me ibas a correr con la inevitable respuesta que el teatro es universal y el efecto termina siendo el mismo en una mina de Bolivia que en un teatrillo de Zahara de los Atunes (Andalucía). Pero me importa un desarrollo de esa afirmación, con ejemplos de los que observas en otros titiriteros como los hermanos Castilla, tan salteños ellos, …o los hermanos Kokonós…con quienes te has encontrado por allá.

 -Partiendo de la premisa que el teatro es universal. Guayra y Teuco Castilla, Coco Barraza, y tantos otros se comunican con el público en base a una calidad creativa y a una alegría muy nuestra.

Me interesa –porque sé que a los lectores de este diálogo les puede interesar- la etapa y el escenario geográfico de Teatro de Títeres y caminos, cuéntanos del paisaje humano y de los senderos afectivos que fuiste dejando.

- Los Títeres de Plazas y Caminos, desde los años sesenta han recorrido Argentina, Bolivia, Perú, Cuba, Estados Unidos, Italia, Holanda, Suiza, España, Grecia, Francia, con un repertorio de obras de títeres, canciones escenificadas, juegos escénicos y cuentos. Nos acompañó siempre un público numeroso, participativo y alegre. Ayudamos a formar nuevos grupos que hoy siguen trabajando y expresándome su cariño y agradecimiento.

Por supuesto que Teatro Runa es otro momento, lo que me gustaría entender es cómo articulaste las vivencias americanas con el público europeo. Pregunto sabiendo que hay europeos que conocen más caminos de nuestro continente que muchos latinoamericanos no “viajados”. Pero quiero tu versión.

- El público europeo está muy abierto a lo que llega de Latinoamérica y del mundo. Y muchos grupos viajan para realizar intercambios de técnicas, vivencias y experiencias.

Todos salimos beneficiados.

Por último Edgar, quiero que te autoformules la pregunta que te permita decir lo que quieras para un público argentino – el que te quiere porque te conoce , y el público que no sabe quién sos.

- Más que al público argentino, me dirijo a los colegas. Pienso que es fundamental para el desarrollo de nuestro oficio-arte, seguir estudiando, perfeccionándose, trabajando siempre porque si nos refugiamos en un cómodo “amateurismo”, solo cosecharemos mediocridad creativa.

 (*) Doctora en Letras. Ex titular de la Cátedra de Literatura de la Universidad Nacional de Salta



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