Reflexiones: el carnaval y las mujeres

Cuatro mujeres salteñas, que tienen en común trabajar en el ámbito de las comunicaciones, analizan la historia del carnaval y su relación con el género ¿Todo está permitido?

11 Feb 2018

La humorista y conductora de radio Graciela Quipildor, más conocida como La Quipi, posteó un mensaje en enero que generó comentarios de todo tipo:

”Nunca fui a carpear, y cuando me invitan, me advierten: ´Pero mirá Quipi, que ahí todos te pintan y no vale enojarse ni ponerse loca´.

Mi pregunta es para las chicas que van: ¿Qué mantra repiten en la carpa, cuando un desconocido en pedo les pone las manos encima para llenarlas de pintura, para (que) no se les salga la femininja que tienen adentro y empiecen a repartir bifes?

Estoy preguntando posta, porque a mí se me da vuelta la tanga enseguida. Por ahí soy yo la loquita, ¿no? Cómo saberlo”.

Los comentarios que sucedieron a su posteo en Facebook describían situaciones, justificaban otras, acusaban al alcohol y abrieron una discusión: ¿Cómo es el carnaval para las mujeres?


Graciela Quipildor, La Quipi. “Nunca fui a una carpa pero si fui al carnaval de la puna, por ejemplo. Ese mensaje que publiqué surgió porque había escuchado algunas chicas que contaban que las habían manoseado. Cuando exponían eso en sus redes sociales, por lo general, desacreditaban lo que decían con dos posturas: por un lado, defendiendo la cultura: “si ya sabés cómo es, ¿para qué vas?”. O bien, otras mujeres eran autorreferenciales indicando que a ellas “nunca les había pasado nada”. De las dos formas desacreditaban a esas mujeres. ¿No te pasó nunca? ¡Qué suerte! Pero escuchá a la persona que sí le pasó.

Al hombre que acompaña (a una carpa o al carnaval) lo respetan ¿por qué a una mujer no?

Otro de los comentarios comunes es que las mujeres explican que van acompañadas o en grupo, como si eso fuese obligatorio para que te respeten. De hecho al hombre que te acompaña lo respetan ¿y por qué a la mujer no?

Parece que todos tuviéramos una postura contra el abuso o la violencia contra la mujer, pero hacemos un paréntesis en situaciones y espacios culturales o tradicionales en donde las reglas son esas. ¡Para el manoseador, el carnaval es Disney! Pues les cuento que las reglas ¡son muy machistas! Hay que revisar ese espacio, porque no hay lugar en donde esté permitido que te toquen el culo sin tu consentimiento”, explica La Quipi.



“No hay festejo que habilite lastimar o humillar a ninguna persona. En estos carnavales, no todo vale”.

El Observatorio de Violencia Contra la Mujer, lanzó para estas fechas una campaña directa que buscar generar conciencia al respecto de los festejos de carnaval: “No hay festejo que habilite lastimar o humillar a ninguna persona. En estos carnavales, no todo vale”. La institución difundió una cifra alarmante recientemente: en 2016 hubo 528 llamados de Emergencia por situaciones de abuso sexual, cifra que se duplicó en 2017, de acuerdo a las estadísticas del primer semestre.



Patricia Patocco, periodista y escritora. “Me encanta el carnaval, nací en esa época y, cuando era niña, las fiestas de disfraces eran muy lindas. Pero con el transcurso de la vida vi que el festejo se asociaba a formas agresivas: recuerdo ver a una vecina que iba a trabajar, esperando el colectivo y pasó un vecino y le tiro un baldazo de agua o ir en auto y que mojaran a un motociclista en un semáforo. De ahí me quedó la idea de que este festejo estaba asociado a la violencia.

De adolescente tuve una experiencia fea: cerca de los 14 años estábamos con un grupo de amigas y mojamos a un señor que estaba en la calle. Detuvo su moto y en el minuto que pensábamos pedirle perdón, sacó un balde con pintura y aceite y nos empezó a corretear. Yo intenté defenderme pero no pude y terminé embadurnada de pintura. Desde esa vez no jugué más al carnaval.

"Creo que la vida de las mujeres está atravesada por un motón de circunstancias y, de repente, tenés miedo de ir a una fiesta que debería ser disfrutada con mucha alegría", reflexiona Patocco.

La agresión sexual y el abuso son delitos y todas las mujeres tenemos historias de alguna situación incómoda que nos tocó vivir. Hay un límite impreciso y delgado: vos fuiste a divertirte y a bailar y de repente vivís situaciones que no querés: te tocan, pintan la cara o te humillan de cualquier forma. El cuerpo de cada una, es de cada una.

Yo comparo al juego del carnaval con el amor: para que sea risa y diversión el carnaval debe ser consentido de a dos, como el amor, debe ser consensuado. Si no es onanismo y puede llegar al abuso”, expresó Patocco.



Jimena Granados, periodista. “La primera vez que sentí que había algo que nos pasaba a las mujeres y a los hombres no, fue por esta época. Todos tomaban como natural que cuando salías a la calle te agarren, mojen, golpeen con bombuchas y eran situaciones que me daban miedo. Después de eso, que sucedió empezando la adolescencia, me di cuenta que los espacios en donde se festejaba el carnaval no eran de igual acceso para las mujeres como para los hombres. Era natural que te toquen, rocen, como si fuese un juego, cuando a los varones no les pasaba igual. Era como que en ese espacio el abuso estaba validado y creo que eso no ha cambiado como debería, se habla de las diferentes formas de abuso, de la cultura machista, pero en estos espacios sigue estando todo permitido o validado.

“Creo que el cambio que necesitamos es que todos podamos festejar el carnaval de la misma manera”, explica Granados.

Debemos tener las mismas posibilidades: si a un hombre no le decimos ´no vayas porque te pueden tocar´, está bueno que tampoco se lo digamos a una chica, que todos tengamos la misma posibilidad de divertirnos.

Otra cosa que pensaba con respecto a esto es que al carnaval se lo promociona turísticamente y pueden haber muchas chicas que vienen de otras provincias y que no saben cómo es esto, que nosotras lo vivimos y conocemos porque nacimos acá y nos lo enseñaron a la fuerza. Pueden llegar a Salta y toparse con esta experiencia que no es agradable para nadie.

Todo esto no significa prohibir al carnaval y que no se pueda jugar, sino que todos tengamos igualdad en estos espacios y momentos del año. Está bueno que difundamos y nos animemos a hablar de estas cosas que a veces molestan pero es un momento interesante para tomarlo como oportunidad y darnos cuenta de que hay cosas naturalizadas que podemos empezar a ver de otra manera”, expresó.



Dolores Jiménez, conductora de TV. “Yo respeto las posturas de cada una y, sin juzgar a nadie. A mí me divierte muchísimo el carnaval, la témpera, el baile, los colores y la carpa. Nunca viví una mala experiencia ni observé nada feo, sino sería la primera en saltar.

Las veces que fui a la carpa, mujeres y hombres manchan, los dos juegan a esto, nunca vi agresividad. La mujer que va a la carpa sabe que tiene el mismo derecho que el hombre a manchar con quien quiera con témpera. Siempre vi ambiente de respeto y no vi -en ningún momento- que haya un poder del hombre por sobre la mujer, al contrario: vi que la mujer tiene el mismo derecho del hombre de jugar a igual a igual.

"La mujer que va a la carpa sabe que tiene el mismo derecho que el hombre a manchar con quien quiera con témpera", asegura Jiménez.

Creo que la línea es muy finita. En las carpas vi a adultos mayores y niños tomando algo y nadie los molestó. Creo que si sos adulto, sabes que el juego en esos lugares involucra témperas y baile. Cuando uno es adulto elige a donde ir y si vas a una carpa únicamente a observar mantenete al costado para que no te pinten, no podes pretender que no te pinten si vas a bailar. Las que tuvieron una mala experiencia, es un bajón, pero puede pasar en todos lados. Para mí es sencillo: si te parece agresiva la situación no vayas, hay mucha gente que festeja con sus amigos y gente conocida y carnavalea con quien quiere”, concluyó la periodista.

Comentarios