Una obra maestra del horror

Del guionista de Beetlejuice y El extraño mundo de Jack

11 Feb 2018
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EXPONENTE DEL GÓTICO SUREÑO: Producción específica del sur de EEUU.

TERROR

LOS ELEMENTALES

MICHEL MCDOWELL

(La bestia equilátera - Buenos Aires) 

Michael McDowell (1950-1999) es el reconocido guionista de dos filmes de Tim Burton, Beetlejuice y El extraño mundo de Jack, y de algunos episodios de series como Historias del más allá, Cuentos de la cripta, Alfred Hitchcock presenta. Lo humorístico y lo macabro son su sello. Publicó en nombre propio y bajo distintos seudónimos más de 30 novelas, entre ellas, Los Elementales.

El libro, catalogado dentro del género “casa embrujada” o del “gótico sureño”, es una obra maestra del horror. A pesar del rechazo de algunos escritores al término “gótico sureño”, este ha servido para clasificar una producción literaria específica del Sur de los Estados Unidos.

Está definido por la presencia de lo sobrenatural, enfermedades tabúes como la catalepsia o la locura, grandes casas en decadencia, ambigüedad sexual, secretos familiares, etcétera. Forman parte de su canon nombres como los de Edgar Allan Poe, William Faulkner, Tennessee Williams, Eudora Welty (quien lo consideraba por demás peyorativo). En definitiva, esta conjunción de elementos sirve para que el género explore la historia y presente sureños, la herencia del viejo orden de las plantaciones y la esclavitud, mitos, costumbres y rituales familiares, convirtiéndose en una original forma de crítica social.

En la novela están presentes casi todos los ingredientes mencionados. El suspenso se sostiene por la agilidad de los diálogos y la vívida construcción de los personajes. En una playa de Alabama, sobre el Golfo de México, como un espejismo, lejos del bullicio, se levantan tres casas victorianas señoriales. En una de ellas la arenisca blanca cobra una extraña animalidad. Las dos familias propietarias del lugar están emparentadas por lazos políticos, pactos de silencio y una terrible herencia que se lleva en la sangre. El supuesto pasado idílico se enfrenta con lo reprimido, lo silenciado, que retorna en la siniestra forma acechante debajo de los médanos.

(c) LA GACETA

María Eugenia Bestani

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