Liderazgo colaborativo ¿De qué se trata?

Willie Pastore y Juan Ortiz se reunieron debido a intereses en común: con conocimientos en Programación Neurolingüística, PNL, y coaching, comenzaron a pensar qué necesitaba Salta para ser la provincia que ellos soñaban. “Se veía muchas personas con capacidades extraordinarias pero que cada una trabajaba de manera muy independiente”, explica Juan Ortiz, salteño que vive entre nuestra ciudad y el exterior.

“La idea es generar esto: alinear objetivos para construir. Yo creo que esto va más allá. Tengo una imagen y una visión y entre los dos vamos a hacer que mi visión se acreciente y vamos a formar algo nuevo. La mejor metáfora para explicar que esto del liderazgo colaborativo es la molécula del agua. El agua está conformada por hidrogeno y oxígeno y cuando se juntan forman el agua. Y, dentro del agua, el hidrógeno sigue siendo hidrógeno. En el trabajo en equipo es clave eso: no hay que dejar nada por el equipo, todos deben ser quienes son. Lo mejor de vos debe ir al equipo”, explica Willie Pastore.

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Ambos especialistas aseguran que hay muchas barreras para trabajar en equipo: propias de cada integrante. “No todo es fácil, pero hay que tener un objetivo y una visión en común”, explica Juan Ortiz y agrega que uno elige a la otra persona como colaboradora porque hay afinidad y cuestiones en común.

“El liderazgo colaborativo es aquel que dirige y entrega resultados considerando los límites y barreras funcionales y organizacionales. Los líderes crean estrategias, construyen sistemas y alinean a las personas cruzando sus propias barreras y las de su organización. Los líderes colaborativos saben obtener el máximo valor de la cultura, la experiencia y habilidades de su equipo y las organizaciones con que interactúan. (Del libro ‘‘Collaborative Leadership: Building relation, handling conflict and sharing control’’, de David Archer y Alex Cameron)

Pastore hace hincapié en la función de un líder que debe transmitir la visión y los objetivos de una organización para que sean comunes a todos. “La importancia de poner en la cabeza de todos nuestras metas y lo que queremos conseguir, no es tarea fácil”, dice mientras Ortiz agrega: “Estamos acostumbrados a decir lo que no queremos, en lugar de pensar lo que deseamos lograr. Alimentamos mucho lo que no queremos en lugar de manifestar nuestros deseas y hay más chances de lograrlos cuando nos expresamos”.

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Pastore brinda un trabajo de consultorías a diversas empresas y observa el trabajo que allí se realiza para mejorarlo. “Yo veo que pasa mucho esto de que la gente hace lo que dice el jefe. Es como el héroe: viene a resolver y a pedir, entonces todos lo esperan y nadie colabora”, asegura y agrega: “En la colaboración generativa esos modelos no funcionan. Hay empleados de empresas que no conocen los objetivos. Los dueños y jefes quizás lo saben pero no pueden expresarlos o llevarlos a cabo. Muchos también piensan en la tarea que realizan y te cuentan su rutina laboral, pero no hablan de la visión y de los objetivos y esa debería ser la motivación de todos al trabajar”, explica Pastore.

Para esto hay una anécdota de la NASA que Ortiz trae a colación: “Todos funcionan con un propósito. Con las misiones del Apolo 11, en la NASA se contaba que, a un empleado que limpiaba las oficinas, le preguntaron qué hacía allí y él respondió: ´estoy llevando al hombre a la luna´. Eso es tener visión del trabajo. Lo pequeño que uno hace en una organización, es para esa visión”.

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