Convertí el celular o la tablet en aliados para fomentar la lectura en los chicos

En el mercado se consiguen varias aplicaciones que ayudan a despertar el gusto por leer. Opinan madres y especialistas

24 Feb 2018
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El debate sobre el tiempo que le dedican los niños a la lectura es un tema que divide las opiniones de padres, docentes y especialistas; especialmente porque los chicos pasan más horas frente a las pantallas, ya sea de sus celulares, tablets, computadoras o televisores.

Frente a este panorama, la Fundación Leer no se da por vencida, y difundió recomendaciones para fomentar el hábito de la lectura. Y, por supuesto, esas sugerencias incluyen las pantallas. La institución entiende que en vez de tomar como una amenaza la tecnología es mejor convertirla en otro soporte para el reencuentro con la palabra escrita.

“Los dispositivos digitales no son recursos de apoyo para la promoción del libro sino nuevos formatos discursivos, nuevos medios para esa misma actividad que los seres humanos compartimos desde siempre: la lectura, o mejor, la necesidad de compartir historias y relatos” -comentó Rocío Bressia, especialista en literatura infantil de la Fundación Leer-. En este sentido, leer en las pantallas un cuento infantil, por ejemplo, no es lo mismo que leerlo en su versión física pero, ¿es mejor o peor? La respuesta es que es sencillamente distinto”.

Estrategias y consejos

Las estrategias digitales para incentivar la lectura que propone la Fundación consisten en aprender a seleccionar los recursos y a presentarlos en un marco de juego y disfrute.

La primera herramienta por tener en cuenta son las apps para celulares y tabletas. “La ventaja de las aplicaciones es que podés llevar una gran cantidad de libros con vos. Cuando viajamos en el auto o nos vamos de vacaciones les doy a mis hijos la computadora para que se entretengan”, dijo Lina Marello, madre de Agustín (ocho años) y Nicolás (nueve años).

“Mi sugerencia para otros padres es que aprovechen la cantidad de libros gratuitos que circulan por internet y se aseguren de ejercer ellos mismos una rutina de lectura. Si nos ven leyendo es más probable que les entre curiosidad y de esa manera los enganchemos en la actividad”, sugirió Agustín Santamaría.

Audiolibros

Otra alternativa son las grabaciones de voz o audiolibros que se consiguen online.

“Los libros descargables son muy buenos para los chicos que todavía no saben leer o que están aprendiendo. Se los puede llevar en el celular o en la computadora como si fuese música”, apuntó Juana Suárez, que utiliza la modalidad de podcast para que sus hijos escuchen cuentos clásicos.

Hay una gran diversidad de sitios web que proveen de manera gratuita libros descargables, narraciones con videos interactivos y cuentos ilustrados con diferentes niveles de complejidad según la edad del lector. Además, los canales de YouTube son una estrategia recurrente para que los padres se actualicen sobre las nuevas tendencias editoriales.

En esta plataforma hay usuarios -conocidos como booktubers- dedicados a las críticas literarias.

El papel de la familia

“Mi hija de 15 años no es fanática de los libros, pero le gusta ver videos con explicaciones y reseñas que los autores suben. Y a partir de esas recomendaciones, ella escribe una lista de los libros que quiere. Y al final, termina leyendo alguno”, contó María Paz Medina.

“Cada vez que un niño busca en internet algún video, escucha música, descarga un videojuego o usa las redes sociales está leyendo”, sostuvo Claudia Valentini, madre de Tobías (10 años). Por eso, Claudia optó por compartir con su hijo los momentos en que se sienta frente a la computadora. “No se trata de una forma de control, sino que quiero fomentar la lectura a partir de las cosas que a él le gustan”, explicó.

En la actualidad, las prácticas de lectura y de escritura tienden a ampliarse, complejizarse e incluso, metamorfosearse. Por eso, la posición de las familias como mediadoras entre la tecnología y el proceso de lectura debe ser dinámica. No conviene -afirman los especialistas- limitarse a miradas conservadoras sobre los nuevos soportes.

“Sea a través del papel o por Internet me gusta que mis hijos me pidan de regalo libros. Hace unos meses compramos con mi esposa un lector digital de libros llamado Kindler y desde entonces entre los cuatro nos intercambiamos el aparato para leer en las noches. Considero que es más económico y fácil de transportar pero si ellos quieren comprar un libro en físico intento darles con el gusto. No hay nada más lindo que incentivar la lectura”, comentó Rodolfo Lillo, padre de Sofía (15 años) y Antonela (18 años).

Boom comercial

Bressia enfatizó en que es importante que los adultos dejen de lado la concepción de que los niños se sienten más atraídos por las pantallas que por los libros y que, por lo tanto, deben promover la lectura en pantalla como único modo de engancharlos.

“El boom comercial y los récords de venta de importantes novelones y sagas en papel junto al rechazo de las versiones de Ebook demuestra que los jóvenes lectores, por ejemplo, se siguen aferrando al papel con la mística de los viejos lectores de la primera mitad del siglo. Además, en todo caso, la fascinación frente a los teléfonos se deberá más al protagonismo que estos tienen para los adultos a los ojos siempre atentos de los pequeños”, advirtió.

En concordancia con este mensaje, hay que destacar que muchos de los niños que utilizan soportes tecnológicos también disfrutan de la lectura de libros en papel. “Me gusta ir a talleres con mi hija porque considero importantes los sentimientos que despierta la lectura. Te adentrás a mundos mágicos y les facilitás a los chicos que cultiven su imaginación. Tengo una hija adolescente que también lee, pero descarga, por el mismo precio de los libros, archivos PDF”, describió Agustina Chávez, que junto a otras madres aprovechan los fines de semana para reunirse y leer cuentos.

diálogos ficticios 
los chats inventados son los
preferidos de los millenials
Las aplicaciones de chat ficticias (Chat Fiction Apps en inglés) son novelas escritas bajo el formato de una conversación por chat donde, la trama de la historia, se desarrolla a través del diálogo entre los personajes. Incluso, algunas aplicaciones prometen al lector una total inmersión en los textos, al producir llamadas falsas, notificaciones de mensajes en WhatApps y la aparición de contenido multimedia en tu galería de fotos. 
Es verdad que estas historias no reemplazan los libros en cuanto a extensión pero, entre los millenials, la alternativa se torna una interesante forma de consumir narraciones y fomentar la lectura. Dentro de esta categoría de apps, las plataformas más descargadas son “Hooked”, “Tap” y “Yarn”.
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como una red social
los foros de lectura también
atrapan a los jóvenes 
En internet existen comunidades y foros de debates específicos para los interesados en la literatura. Entre las páginas web más conocidas figura “Goodreads”, sitio donde los lectores pueden compartir sus comentarios y calificaciones en torno a los libros que están leyendo. Estos foros permiten crear bibliotecas personales con listas de novelas leídas y unirse a desafíos literarios o concursos. 
También existe la red social “Wattpad”, una página que permite a cualquier interesado escribir sus propias historias y publicarlas de manera gratuita. Además, son muchas las editoriales que monitorean los contenidos de esta red en busca de los libros o historias con mayor repercusión para otorgarles premios o contratos de publicación.

Diálogos ficticios 
Los chats inventados son los preferidos de los millenials

Las aplicaciones de chat ficticias (Chat Fiction Apps en inglés) son novelas escritas bajo el formato de una conversación por chat donde, la trama de la historia, se desarrolla a través del diálogo entre los personajes. Incluso, algunas aplicaciones prometen al lector una total inmersión en los textos, al producir llamadas falsas, notificaciones de mensajes en WhatApps y la aparición de contenido multimedia en tu galería de fotos. 
Es verdad que estas historias no reemplazan los libros en cuanto a extensión pero, entre los millenials, la alternativa se torna una interesante forma de consumir narraciones y fomentar la lectura. Dentro de esta categoría de apps, las plataformas más descargadas son “Hooked”, “Tap” y “Yarn”.

Como una red social
Los foros de lectura también atrapan a los jóvenes 

En internet existen comunidades y foros de debates específicos para los interesados en la literatura. Entre las páginas web más conocidas figura “Goodreads”, sitio donde los lectores pueden compartir sus comentarios y calificaciones en torno a los libros que están leyendo. Estos foros permiten crear bibliotecas personales con listas de novelas leídas y unirse a desafíos literarios o concursos. 
También existe la red social “Wattpad”, una página que permite a cualquier interesado escribir sus propias historias y publicarlas de manera gratuita. Además, son muchas las editoriales que monitorean los contenidos de esta red en busca de los libros o historias con mayor repercusión para otorgarles premios o contratos de publicación.

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