Mientras en la Cámara de Diputados de la Nación se realiza la histórica sesión que debate la legalización del aborto, militantes a favor y en contra del proyecto realizan una vigilia frente a la Legislatura salteña.

Pañuelos y globos verdes, por un lado. Pañuelos celestes y la imagen de la Virgen del Perpetuo Socorro, por otro. Dos posturas, una quiere que el aborto no punible sea ley, la otra se niega rotundamente.

Con carteles y discursos, unos defienden la libertad de la mujer para decidir sobre su cuerpo y piden que se terminen los abortos clandestinos. Los otros rezan para que los diputados nacionales rechacen el proyecto. “El aborto mata a los inocentes”, opina una joven que se acercó a la plaza para acompañar la manifestación pacífica. 

La plaza de la Legislatura es su punto de encuentro. Están juntos, uno pegado al lado, pero se diferencian por sus colores y sus banderas, también respetan sus creencias.

La vigilia al debate continuará durante todo el día y en diferentes lugares. Los autodenominados Pro Vida se trasladarán a la Catedral a rezar mientras que los militantes a favor del aborto se quedarán en la plaza, donde hasta la noche realizarán intervenciones artísticas.