Desenchufados

Lo que dicen las flores: el significado de cada una de ellas

Los que las venden, los que las regalan y , a veces, los que las reciben, saben que las flores hablan, que expresan sentimientos, emociones y deseos.
25 Ene 2019
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Por Guadalupe Norte

Existe en cada flor un lenguaje secreto, tan antiguo y sutil que incluso podemos pasar toda nuestra vida sin percatarnos de su valor. Pero ahí esta, susurrándonos entre filamentos y gajos a la espera de ser interpretado, traducido en algún pequeño gesto de entrega.

“Creo que las flores reemplazan muchas veces las palabras que no nos animamos a decir. Pueden ser sinónimo de alegría y de esperanza y, si vienen de la mano de una persona especial, mucho mejor”, narra Marcela Carmena dueña de la florería “Flor Inda”.

Para los expertos en flores, cada arreglo es un inmenso diccionario conceptual en sí mismo, y hasta hay una flor para cada ocasión. “Las flores blancas representan la pureza e inocencia y por eso son comunes en los nacimientos, bautismos y ramos de novias. En cambio, las flores rojas se asocian al romance mientras que las rosadas representan la juventud y el cariño”, explica el florista Oscar López mientras señala los coloridos ramos y corta los tallos.

Esta última alternativa la conocen bien las amigas Elsa Ávila y Carolina Reinoso, que se regalan flores rosas desde hace más de 50 años. “La idea comenzó cuando éramos adolescentes y estábamos tristes porque nadie nos obsequiaba flores. Como un recordatorio de nuestro tiempo juntas y del paso de la vida es una forma de demostrarnos nuestra gratitud y cariño”.

Me quiere, no me quiere

Basta con mirar un par de películas o asistir a la caravana de regalos de San Valentín para descubrir que el amor es rojo y que la pasión huele a rosas.

“Por más que seamos seres lingüísticos no es tan sencillo expresar lo que sentimientos. Por eso, para algunas personas el objeto es un medio para expresar. Puede ser una persona que no sepa qué decir pero regale flores para decir te amo”, afirma la coach ontológica María Valeria Pérez.

Para Gladys Licciardi regalar flores forma parte de una tradición familiar que mantiene con su sobrina desde hace 15 años. “Sumo una flor nueva cada año, creo que ellas simbolizan justamente la vida, que pasa muy rápido y muchas veces no la valoramos como deberíamos. Además, es como una metáfora: las flores también necesitan cuidados como las personas. Es una linda costumbre que lamentablemente se está perdiendo, recuerdo que les llevaba flores a mi nona y a mis maestras. Ellas sabían que era un gesto de gratitud y respeto”, cuenta.

En cambio, hay otras flores que suelen ser confidentes silenciosos de una incómoda pregunta mientras sus pétalos, a modo de juez (nunca imparcial), caen en busca de respuestas: “¿me quiere o no me quiere?”.

“No sé de dónde surgió la idea, pero la frase ‘deshojando margaritas’ está en libros, canciones y poesías. Cuando era chica pasaba las tardes así. Por ahí eran preguntas tontas como ¿voy al cine? o de verdad se trataba de amor. Y empezaba ‘sí, no’ con cada pétalo. Era divertido, porque incluso cuando la respuesta no era la esperada continuabas con la siguiente flor para darle una revancha”, recuerda Mónica Sakewski.

Rumores y pétalos

Existen, además, algunos mitos. “Mi abuela solía contarme que una buena forma de amor eterno era darle a la persona que amabas un té con los pétalos de las flores que te describían”, recuerda Ana Zurita. Ficción o realidad, lo cierto es que el enorme jardín delantero de su casa está cargado de rosales y jazmines que utiliza para hacer infusiones caseras.

Por otra parte, algunas flores están marcadas de por vida. “Hay una creencia de que las flores amarillas son sinónimo de desprecio. Por supuesto esto es un mito pero tenemos un cliente que compra todos los domingos y lleva flores de ese color. Jamás le pregunté el motivo”, narra divertido el florista Daniel Miño.

Y en el peor de los casos, puede traer una maldición. “Las hortensias traen mala suerte en el amor, si las plantás en tu casa se relaciona con la soltería y la viudez. O que no podés ser feliz con tu pareja”, destaca Rosa Rodríguez.

Fechas especiales, cumpleaños, para celebrar la vida y para despedirse de esta. Aunque a veces imperceptibles en nuestras rutinas, las flores nos acompañan en los momentos más importantes que experimentamos con el transcurso de los años. “Una flor no es sólo una flor sino que implica muchos sentimientos. Para mí, que trabajo como florista desde hace más de 40 años, cada pétalo tiene una historia. En ellos puedo ver a mis abuelos, a mis padres e incluso a mis hijos. Ellas son las que me vieron crecer”, expresa la florista Eli Cardona (foto).

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