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Prevenir el VPH permite evitar varios tipos de cáncer

En Argentina hay vacuna y programas de tamizaje para hallar el virus antes de que cause lesiones, pero los datos epidemiológicos no son buenos.
15 Mar 2019
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“No miremos para otro lado”. Esta invitación a cuidar la salud se hizo masiva y se transformó en eslogan. Porque lo que ocurre es serio, y porque si nos decidiéramos a no mirar para otro lado, mucha gente dejaría de morirse. Se transformó en eslogan en una campaña que se hizo “en el medio” de dos jornadas de conmemoración: el “Día Internacional de Conciencia del Virus Papiloma Humano” (4 de marzo) y el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, que se será el 26.

“El virus de VPH nos puede afectar a todos; sus consecuencias pueden ser graves y presentarse, a veces, mucho tiempo después del momento de la infección. Contamos con vacunas muy efectivas y seguras para prevenir el VPH, no perdamos la oportunidad de prevenir, sobre todo durante la adolescencia”, instó Pablo Bonvehí, coordinador de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología.

La campaña apunta crear conciencia y a difundir medidas de prevención, básicamente la vacuna, que en Argentina es obligatoria y gratuita para mujeres y varones de 11 años. Todo sería muy simple; sin embargo, las estadísticas muestran que las tasas de vacunación no son tan altas como deberían.

Hay además programas públicos de tamizaje, que permiten detectar presencia del virus mucho antes de que produzca lesiones. Y sin embargo las mujeres se siguen muriendo: según la Organización Mundial de la Salud en 2018 las víctimas del cáncer cervicouterino, el segundo más frecuente en las regiones menos desarrolladas, fueron unas 311.000 mujeres.

De qué hablamos

Los virus papiloma humano (VPH) se transmiten por vía sexual y son muy comunes en todo el mundo. Hay más de 200 cepas, pero sólo algunas causan ciertos tipos de cáncer. El más frecuente y conocido es el de cuello de útero, pero también es el responsable de cáncer anal y de pene (el sexo oral es lo que lo transmite). La mayoría de las personas sexualmente activas adquirirán al menos un tipo de VPH en algún momento de su vida; por eso se recomienda que la vacunación se implemente antes de la iniciación de la vida sexual.

“El VPH es la infección de transmisión sexual más frecuente en la Argentina: el 13% de los mayores de 30 años están infectados por subtipos del virus de alto riesgo. Por eso, es vital difundir el mensaje: tanto el virus como las enfermedades que ocasiona pueden ser prevenidos”, advirtió Silvio Tatti, jefe de la División Ginecología del Hospital de Clínicas (UBA).

“El VPH no se ve; la transmisión no se siente. Ocho de cada 10 habitantes lo porta. La prevención se construye entre todos, sin excepciones. La prevención evita el cáncer”, enfatizó Matías Chacón, presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica.

Y tenemos las herramientas: vacunas y pruebas de tamizaje para la detección temprana de la infección. Sólo hace falta la educación y abandonar los tabúes: poder hablar de sexualidad puede salvar muchas vidas.

También los varones

En la Argentina, la vacuna contra el VPH (gratuita y obligatoria) fue incorporada al calendario nacional en 2011, destinada a niñas de 11 años; en 2017, la obligatoriedad se extendió a los varones (de la misma edad), por un lado porque son potenciales transmisores del virus, y además porque la infección puede derivar en otros tipos de cáncer: orofaríngeo (cavidad bucal), anal y de pene.

El calendario nacional -informó Carla Vizzotti, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología-- incluye las personas que viven con VIH o recibieron un trasplante entre los 11-26 años.

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