El estribillo sonó cada vez más fuerte. "Borombombom, borombombom, el que no salta no va a Japón", fue el canto que embriagó de felicidad a la Selección argentina, que en el piso 37 del lujoso hotel de Foshan siguió por TV el juego en el que Estados Unidos derrotó a Brasil 89-73 y le dio la clasificación al equipo de Sergio Hernández a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
El entrenador saludó a cada uno de sus dirigidos al terminar el encuentro en el Shenzhen Bay Sports Center y se fundió en un prolongado abrazo con el capitán Luis Scola.