El Papa Francisco fue duramente criticado por muchos - y comprendido por otros, por el hecho que ocurrió en la Plaza San Pedro del Vaticano esta semana cuando una mujer le agarró la mano y él se la quitó bruscamente.
Pese a que no pasó a mayores, la respuesta del sumo pontífice sorprendió a todos y tuvo que salir a pedir disculpas por su reacción. Sin embargo, no pudo esquivar los “memes” que no tardaron en virilizarse.