La emergencia no puede solucionarse en cada instancia con tecnología y -a veces- el tiempo que tenemos es demasiado escaso para crear grandes proyectos o gestionar un cronograma de actividades diarias. Queda entonces recurrir a la creatividad y a juegos fáciles de resolver. “En cuarentena, los desafíos manuales e instancias artísticas de pintura y de confección son claves. Hay que estimular la inventiva y el poder de creación desde chicos. Los juguetes nos sacan del apuro -es cierto- y a ellos les encantan, pero ejercitar la mente se consigue con el ocio creativo. Como adultos debemos darles las herramientas (pinceles, lápices, papeles de colores) y dejar que ellos decidan qué fantasía tomar”, sugiere Pamela Aro, pedagoga infantil y maestra de Artes Plásticas.
En alguna habitación -a cuadras de distancia- una madre exhala un suspiro profundo y cuenta hasta tres. El espacio, limpio hace poco, ahora está embadurnado con pintura. “Cuesta aceptarlo por la constitución del orden que percibimos. Los enchastres y las macanas son necesarias en la gestión de la curiosidad. Para nosotros seguir instrucciones de cantidades o procedimientos en el armado de un muñeco o rompecabezas es sencillo. En cambio, en los niños, las fallas y los descubrimientos son beneficiosos. Los ayuda a aprender por sí mismos y a desarrollar respuestas de lógica”, acota la docente. Incentivar esa veta artística no es difícil, acá les sugerimos algunas recetas que son una “masa” para los más pequeños.
Pintura de dedos: Picasso en miniatura
La pintura de dedos es una actividad experimental que les permite a los chicos conocer nuevas texturas a través del tacto. El experimento didáctico puede intentarse a partir de los dos años, aunque hay algunos niños que están capacitados a nivel motor desde los seis meses.
Ingredientes: 6 tazas de agua, 2 tazas de harina de maíz (también podemos cambiarla por harina de trigo) y colorantes alimentarios de varios colores.
Pasos: en un recipiente diluir la harina con una taza de agua fría y reservar. A continuación calentar las cinco tazas de agua restante en una cacerola hasta que hiervan. Una vez producido el hervor, agregar el líquido a la preparación previa. Hay que hacerlo de a poco, removiendo bien para que se integre. Por último, separar la mezcla en varios tarros y agregar a cada uno colores distintos (la cantidad dependerá del tono de pintura que queramos). Para comenzar a manipular la pintura sólo resta esperar a que se atempere.
Cómo conservar: una vez que acabemos de jugar, la mezcla puede conservarse en frascos de vidrio dentro de la heladera. Es necesario calentarla un poco y volver a atemperar para que sea usada en posteriores ocasiones.
Masa de papel y masa de sal: lista en cinco minutos o al otro día
Existen dos formas rápidas de crear diseños con masa. La primera tiene como elemento esencial cloruro sódico. ¡Tranquilos que es más fácil de lo que suena!
Ingredientes: 1 vaso de sal fina, 1 vaso de agua tibia, 2 vasos de harina y colorantes sólidos o témperas.
Pasos: colocar todos los ingredientes en un bol, mezclarlos y comenzar a amasar. El punto justo es cuando la masa deja de pegarse en los dedos. Una vez moldeada, colocarle los colores deseados y listo.
La otra opción es la masa de papel, cuyo procedimiento también puede usarse para hacer figuras o muñecos de cartapesta en 3D.
Ingredientes: ½ kg de plasticola, ½ kg de papel de diario y tiza en polvo.
Pasos: cortar el papel en trozos pequeños y dejar un día entero a remoto dentro de un envase con agua. Pasado ese tiempo, escurrir los cuadraditos y distribuirlos en la mesa formando una corona. Colocar en el centro la plasticola y unir los ingredientes. Luego, hay que agregar la tiza en polvo. Amasar hasta que la preparación se logre despegar de las manos sin problema.
Plastilina: económica y versátil
Con esta receta no es necesario ir a una juguetería para buscar los productos de Playdoh. A la hora de inventar historias y personajes la plastilina puede salvarnos las tardes.
Ingredientes: 3 tazas de harina, 1 taza de sal fina, 1 taza de agua, 3 cucharadas de aceite y colorante o témpera.
Pasos: por un lado mezclar los ingredientes secos. Después hay que incorporar el agua y el aceite, y proceder a amasar. Por último queda agregar los colores a gusto de los futuros escultores. El único consejo es que, si creés que la textura final es muy dura, le agregués un chorrito de aceite extra.
Ideas: con cartón o algún tipo de papel duro se puede siluetear formas geométricas, de animales u objetos para que los niños usen de molde.
Slime espacial: se estira un montón y brilla
En su versión original esta masa elástica (y que muchos reconocen por su composición “mocosa”) es fabricada con bórax. Sin embargo, hoy les traemos un proceso más sencillo para evitar el contacto con el borato de sodio.
Ingredientes: 150 ml de agua, 3 cucharadas de detergente líquido, plasticola blanca (la transparente no sirve) y colorante comestible.
Pasos: colocar en un recipiente dos cucharadas de plasticola. A continuación agregar tres gotas de colorante comestible y revolver hasta que quede uniforme. En un segundo envase, mezclar dos cucharadas de detergente con una de agua y remover para su integración. El paso siguiente es unificar ambos preparados y homogeneizar la masa. Hay que amasar hasta que el slime tome consistencia sólida.
Cómo conservar: incorporar brillantina, plasticolas de color metalizadas, mostacillas o lentejuelas para obtener un slime brilloso que simule la galaxia.