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La sequía del otoño y las actuales heladas, un peligroso cóctel para la propensión de incendios

Técnicos de la Eeaoc piden que se extremen los cuidados y recomiendan medidas. Certificación de la Mesa de Gestión Ambiental.
25 Jul 2020
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“La quema de caña es un enemigo peligroso, que se debe prevenir; y el sector trabaja en ese sentido”, afirma Juan Fernández de Ullivarri, de la sección Agronomía Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) y representante de la Mesa de Gestión Ambiental de Tucumán (MGA) en un informe sobre la situación de la quema de cañaverales en Tucumán.

En nuestra provincia, esta práctica muestra una marcada disminución a partir de 2013. Sin embargo, cuando sucede se encuentra estrechamente asociada a la ocurrencia de heladas. Debido a ella, cabe esperar que ahora se den más que el año pasado.

“Esto se debe, principalmente, a que después de la helada toda la vegetación se encuentra con un grado de combustibilidad muy alto, y el fuego se propaga con mayor facilidad y a mayor velocidad, lo que hace mucho más difícil su control”, explicó Fernández de Ullivarri.

Por otro lado, recordó que este otoño fue el más seco de los últimos siete años, con casi un tercio de las precipitaciones registradas el anterior. “Este otoño seco sumado a las heladas que se registraron en las últimas semanas hace que tengamos una zafra con un alto riesgo de incendios. Durante este año las quemas comenzaron mucho antes que años anteriores; incluso antes de que comience la zafra en la provincia”, señaló.

Ante esta situación delicada, recomendó maximizar los cuidados en los campos de caña de azúcar para reducir al mínimo la posibilidad de una quema accidental. Vale recordar que tanto la quema de caña en pie como la de rastrojos perjudica al productor. Y además de traer asociada perjuicios ambientales y trastornos de salud, está prohibida por ley desde 2004.

“A los problemas de salud asociados a la quema, se suma ahora la pandemia de la covid-19, que hace que los centros de salud estén más ocupados de lo normal. A raíz de ello, este año será necesario extremar todas las medidas tendientes a evitar las quemas para no saturar el sistema de salud de la provincia”, advirtió el experto.

Medidas

Las medidas que pueden tomarse para prevenir y evitar la quema en los campos son:

• Rastrear y mantener limpios los callejones.

• Si el campo se encuentra sobre una ruta o camino transitado, limpiar las banquinas o hacer un cortafuego que impida que el fuego generado en las banquinas llegue a la caña.

• Mantener limpias acequias y alambrados.

• Preparar cortafuegos en el rastrojo una vez cosechada la caña.

• En caso de ser posible, tener preparado un tanque con agua que permita la extinción de pequeños focos de fuego.

• Tener carteles con teléfonos útiles: 103 (Defensa Civil) y 911 (Emergencias).

Entre las acciones que se pueden hacer para mitigar los efectos de la quema, Fernández de Ullivarri señaló la certificación localg.a.p. “Caña de Azúcar sin uso del Fuego”. Nacida de la Mesa de Gestión Ambiental de Tucumán (www.mgatucuman.org) y gestionada por la Eeaoc, esta certificación permite a los productores de caña demostrar que hacen todo lo posible para evitar que el fuego llegue a sus campos.

“Entre los puntos más importantes que pide la certificación se encuentran las capacitaciones al personal del frente de cosecha y de campo para el manejo y control de incendios, mantener rastreados los callejones a la vuelta de cada lote certificado y mantener una cartelería visible en la finca o frente de cosecha que permita saber a los presentes que hacer en caso de que se produzca un fuego”, dijo.

Esta norma arrancó en 2014, y ya cuenta con 44.000 hectáreas de caña de azúcar certificadas en Tucumán, lo que la convierte en uno de los procesos de certificación más importantes de la provincia. “Si esta sigue creciendo cabe esperar que los riegos de quemas accidentales disminuyan notablemente en los próximos años”, indicó.

Aporte de todos

Si bien la quema sigue siendo un problema en la provincia luego de 15 años de haber sido sancionada la ley que la prohíbe, existe un consenso entre la sociedad y los productores de caña de que no beneficia a ningún sector. “El problema de la quema es complejo; entonces, debe tomarlo toda la sociedad, ya que para eliminarla es necesario un gran esfuerzo, tanto del sector cañero como del Gobierno, sus dependencias y los medios de comunicación, para que en la sociedad se genere una consciencia de no quemar y, de esta forma, se eviten quemas accidentales o provocadas por la imprudencia”, dijo.

Finalmente señaló que en Tucumán se ve mucha quema en las banquinas: “esta práctica debe eliminarse, ya que pueden provocar accidentes y extenderse a los campos de caña o de otros cultivos”.

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