A pocos metros del puente de ingreso a Cafayate, sobre la Ruta 40, entre viñedos y el interminable paisaje de los valles, se encuentra la bodega más tradicional de la zona, La Banda, donde desde 1856 se realizan los vinos que hoy tienen el sello de Vasija Secreta.
La finca creada por la familia Peñalva y ahora propiedad de los Córdoba, comprende 65 hectáreas de producción de uvas malbec, torrontés, cabernet, tanat y merlot y por año Se elaboran 700 litros de vino blanco y tinto.
Hace 15 años, Vasija Secreta abrió las puertas de su antigua casona al público. El recorrido comienza por un museo donde se exhiben grandes toneles de algarrobo empleados por los primeros productores para conservar el vino hace aproximadamente 100 años, también antiguas bombas que se utilizaban para succionar y despedir el líquido de la uva.
“El funcionamiento es el mismo que en aquella época con la diferencia que ahora se utiliza una maquinaria más moderna”, explica el enólogo de la bodega, Daniel Heffner. El trabajo del especialista es minusioso y hasta mágico. Él se ocupa de buscar y encontrar el sabor ideal de cada vino. Su labor se complementa con el de Gustavo Vasvari, ingeniero agrónomo y administrador de la bodega. Ambos cuentan que ahora para la elaboración y conservación del vino se utilizan tanques de acero inoxidable que preserva la bebida de cualquier tipo de contaminación.
Vasija Secreta tiene tres líneas de vino: la lacreada en torrontés, malbec y cabernet; Gata Flora en torrontés dulce, rosado dulce, malbec cabernet y tanat; y la línea Vas en torrontés, malbec y cabernet.
Heffner detalla que a los vinos de la línea Vas se los deja en crianza durante un año en barricas de roble en una temperatura constante y húmeda. “La temperatura tiene que estar controlada porque el volumen del vino fluctúa. Con el calor aumenta el volumen, y con el frio disminuye. Además la barrica siempre tiene que estar llena para que no entre en contacto con el oxígeno porque se avinagra”.
Las barricas, que tienen una capacidad para almacenar 225 litros de vino, se rellenan cada 15 días porque el alcohol se evapora.
La elaboración del vino se realiza en grandes cantidades pero es una labor muy específica y rigurosa. Después de su período de fermentación, cuando la azúcar se convierte en alcohol, la bebida se prueba todos los días, una vez a la mañana y otra a la tarde. Como una obra de arte, se busca el sabor ideal para que el vino sea disfrutado.