Desde el comienzo de la pandemia que Greenpeace denuncia la sistemática deforestación en el Norte del país, pese a las restricciones impuestas para controlar la propagación del Covid-19.

Salta es la segunda provincia donde más se deforestó: 11832 hectáreas. Santiago del Estero lidera el podio, con 16.805 hectáreas deforestadas y muy abajo están Formosa (8.718 hectáreas), y Chaco (5.210 hectáreas).

El último monitoreo satelital fue realizado el 30 de septiembre. 

Estas provincias concentran el 80% de los desmontes del país por el avance de la frontera agropecuaria para soja y ganadería, que en gran medida se exportan a China y Europa.

“Es evidente la complicidad de los gobiernos provinciales y la impunidad de grandes empresarios agropecuarios en este crimen ambiental. La Sociedad Rural salió a manifestarse públicamente contra el avance de nuevas leyes ambientales como la de humedales y la de delitos forestales”, afirmó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.

“Más desmontes significan más enfermedades, más cambio climático, más inundaciones, más desalojos de comunidades campesinas e indígenas, y más desaparición de especies en peligro de extinción. Destruir bosques es un crimen y no podemos perder ni una hectárea más”, advirtió Giardini.

Greenpeace está impulsando una petición a los gobernadores Salta y de las otras provincias.