Una jornada nacional de protesta del Pami dejó sin servicio presencial ni virtual a jubilados de todo el país, ocasionalmente con más necesidades y requerimientos médicos debido a la pandemia por coronavirus.
Entre las 11 y las 13 se cerró la atención y colaboración a afiliados, para manifestar la disconformidad de los empleados por el despido de 170 trabajadores entre abril y octubre.
Por ello, en la jornada de hoy, en dicho horario sólo se dispuso una agente del organismo ubicada en la puerta de la sede de Zuviría 20 para atender urgencias. Muchos ancianos que formaban una larga fila tuvieron que regresar a sus casas porque sus motivos no eran de suficiente importancia para ser atendidos hoy durante el paro. Algunos de ellos se quejaron por haberse expuesto al aglomeramiento y no haber recibido soluciones, mientras otros peleaban con la empleada a cargo para que los atendiera porque le cortaban la internación a sus familiares, entre otros servicios.
El secretario general de UTI (Unión de Trabajadores del Pami), Luis Aguirre, expresó a LA GACETA que ayer se concretó un plenario a través de Zoom y que 400 miembros de todo el país participaron de la protesta de hoy: se oponen al 7% estatal, además de pedir por la reincorporación de los despedidos y de los jefes de carrera desplazados, y por la efectivización de los contratados. También rechazan la jubilación anticipada.
Foto: LA GACETA
“Se negocia todo, menos que nos toquen la fuente de trabajo. En Abril despidieron a 100 trabajadores y ahora 70 más: de ellos, 25 son de Salta. Echaron a gente con 20 años de carrera” manifestó Aguirre. Además, ratificó que por ley Pami es un organismo público no estatal: denunció que no se respeta el DNU 624/2020, que prohíbe el despido de trabajadores sin justa causa y por las causales de falta o disminución de trabajo y fuerza mayor.
Asimismo, aseguró que la pelea también es por los jubilados: “a los ancianos les quitaron el bolsón y les pagan $1600 cada tres meses, una burla” concluyó.