Dos virus pueden alterar la vida de los salteños: el ébola y el chikungunya. El primero ya acabó con la vida de mil personas en África y la Organización Mundial de la Salud lanzó una alerta para todos los países; el segundo es menos letal, pero ya se confirmaron dos casos en Argentina y el agregado de peligrosidad para esta provincia es que se transmite por el mismo mosquito del dengue.
El encargado de epidemiología de Salta, Alberto Gentille, dijo a LA GACETA que casi no hay posibilidades de contagio del ébola en la provincia. El virus sólo se podría introducir por un viajero internacional que llegue enfermo en un vuel. “De introducirse el riesgo sería nada más que para los que tienen contacto directo. No hay peligro de propagación acá”, afirmó el especialista, y añadió que es un virus que se esparce en África por una cuestión cultural: un continente donde –resalta Gentille- se come carne de animales silvestres y la mayoría de las personas no sabe leer ni escribir.
La única precaución que tomará el gobierno, momentáneamente, será controlar a los pasajeros de aviones que presenten algún síntoma.
El otro virus
El chikungunya es un riesgo más concreto y puede acechar la provincia por varios años, pues ya está instalado en países del continente. Si bien el virus es transmitido por el mismo vector, es una enfermedad distinta y requiere otro tipo de organización sanitaria. Puede ser mortal solo en neonatos y en integrantes de la tercera. Los principales síntomas, además de la fiebre, son: inflamación de las articulaciones de los pies, tobillos, de los dedos. “Es una enfermedad muy dolorosa y los síntomas duran, en una primera instancia, diez días. El problema es que a veces un tiempo después se reagudiza la enfermedad y aparecen dolores en las articulaciones que pueden durar un año entero”, explicó Gentille.
Para el virus del chikungunya, en la provincia se tomarán las mismas medidas de precaución que para el dengue.