Dos mujeres contaron haber sido discriminadas en un boliche de la Balcarce porque se besaron mientras bailaban; un patovica se acercó y les dijo a una pareja amiga: "deciles que se vayan porque este no es un boliche para gays", y la echaron del lugar.
"Pululú" (el nombre con el que decidió presentarse) tiene 18 años y el sábado fue a bailar a La Balcarce acompañada de su novia y una pareja amiga. Decidieron ingresar a un boliche y todo era normal. "Hicimos la fila y logramos entrar antes de las 2 de la mañana. Yo entré de la mano con mi novia y no nos dijeron nada", contó la joven a LA GACETA.
"Cuando estábamos adentro yo estaba con mi novia y mi amiga con su novio, los cuatro bailábamos. En un momento decidimos darnos un beso con mi pareja y notamos con ella que un patovica se acercó y le habló a mi amiga y su novio, pero no sospeché nada. Mi amiga se acercó hasta mí y me dijo que tenía ganas de salir del boliche y entrar a otro. Nos insistía a mi novia y a mi que nos fuéramos y le dijimos que si", explicó "Pululú".
Una vez fuera del boliche, la amiga decidió contarle la verdad. "Te pedí que salieramos porque el patovica nos dijo que vos y tu novia no podían besarse adentro y dar esos espectáculos".
La frase que desató la furia de la joven fue la que habría emitido uno de los patovicas: "deciles que se vayan porque este no es un boliche para gays".
Indignada, "Pululú" decidió hacer público este episodio y contarlo en su cuenta personal de Facebook.
Consultados por LA GACETA, desde el boliche negaron el caso de discriminación del sábado a la noche y aseguraron que solo tienen dos restricciones: el ingreso de menores de 18 años y actitudes obscenas en el local.
Según comentó la joven, en los próximos días la pareja realizará la denuncia por discrminación ante el Inadi.