El efectivo, en juicio, aceptó el error y afirmó haber tenido un 'cruce de cables'.
ESPAÑA.- Luego de cuatro años de un episodio que lo puso bajo la lupa de la ley, un oficial de la policía de Palma confesó en el juicio que sí agredió a un detenido que se encontraba sentado y esposado en una silla dentro de uno de los calabozos del cuartel de Sant Ferran en mayo de 2011.
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Perdí los nervios. Fue un cruce de cables. No fue una conducta correcta. Es una conducta inapropiada para un policía", expresó el acusado. Mientras que más tarde, agregó: "Quiero pedir perdón públicamente al perjudicado. En un primer momento, me arrepentí y di parte a mis superiores. Yo sabía que esa zona se estaba grabando", indica el
diario de Mallorca.
Mirá el video que sirvió de prueba y en donde se observa su mal accionar.