Pasó a las 21.30 en inmediaciones de la manzana 31 del barrio Castañares, grupo 648. Los efectivos fueron alertados a esa hora sobre un grupo de personas que protagonizaba un desorden en la vía pública. Los efectivos que asistieron a la zona constataron que unas veinte personas se arrojaban piedras entre ellos y también hacia viviendas y autos.
Como suele suceder en estos casos, los grupos que se enfrentaban se terminaron uniendo para combatir a la policía. Uno de los hombres, que ya presentaba lesiones en la frente y en su brazo izquierdo, se acercó hacia el personal policial y dio reiteradas patadas a un escudo que portaba un agente. Se retiró y arrojó una piedra que impactó en la zona costal de otro oficial. El agresor fue detenido cuando trataba de intresar a un inmueble de la manzana 27.
Horas más tarde un hombre denunció que la policía había golpeado a su hijo, cuando el joven no había tenido nada que ver con el enfentamiento de patotas. El padre dijo que estaba en su vivienda junto a su familia cuando escuchó que en la vía pública había incidentes y salió a buscar a su hijo de 14 años que se encontraba afuera para ingresarlo a su morada. El chico estaba golpeado. Fue asistido en el Centro de Salud N° 15 donde le diagnosticaron “hematoma en región temporal derecha con pérdida de conocimiento” y fue medicado por excoriaciones en el cuero cabelludo.