Preocupado, dolido, pendiente de la situación que vive su patria, Yabra Asfoura, el cónsul honorario de la República Árabe Siria en Tucumán, cuenta que unas dos veces por semana habla con sus parientes que viven en Homs y Damasco. Asfoura vino a Tucumán cuando tenía 22 años y su castellano revela todavía los esfuerzos que ha hecho para incorporarla como su nueva lengua. Tanto él como su familia forman parte de la amplia colectividad árabe que se instaló por estas tierras; su tienda de la calle San Juan al 700 es como una extensión de todo ese mundo y allí, entre las ventas y el café, las charlas y las visitas se suceden a cada rato. Una foto con el presidente Bashar Al Assad, obtenida durante una visita que realizó a Damasco en 2010, y el escudo del país ocupan un lugar importante en ese espacio familiar y sencillo. En el diálogo que mantuvo con LA GACETA, Abraham Camilo Brahim, su amigo, el cónsul honorario sirio en Santiago del Estero, sumó también su visión del conflicto que golpea Siria y lo que está sucediendo con los inmigrantes y refugiados que quieren salir de ese país de Cercano Oriente.
“Mire, no hay una guerra civil en Siria. No es cierto lo que se dice. Yo estudié en mi país, me recibí en el bachillerato y le puedo asegurar que nunca, nunca he visto que entre musulmanes y cristianos hayan tenido problemas. Los hubo antes, cuando dominaban los turcos o los franceses; pero yo puedo dar fe que Siria es un país de paz, que ha tenido una economía estable, un gobierno estable. Yo vine a Tucumán en 1968 y después volví varias veces a Siria; la última en 2010 y vi los avances tecnológicos que había, el respeto y el amor por la familia que se evidenciaba en todas partes, se vivía en armonía, todos los credos estaban muy conformes y yo, que había ido con mi hija, ella -incluso- no quería volver aquí ante esa realidad”, comenta sinceramente Asfoura.
- ¿Pero qué pasó entonces? Cómo interpreta usted lo que ocurrió en Siria y hoy en día se habla de la gente que huye y de muertes...
- (Asfoura) El imperialismo, Occidente reaccionó muy mal con la llegada del presidente Bashar Al Assad (asumió el poder tras la muerte de su padre, Hafez Al Assad en el 2000) que cambió toda Siria, transformando al país con muchos avances. Evidentemente a alguien no le gustó todo el progreso y el avance que se vivía en Siria.
- ¿Cómo caracteriza usted, o ustedes, lo que está pasando en su país?
- (A) El presidente Al Assad lo denunció en la ONU en 2011. Todo comenzó con Al Qaeda y sus ramificaciones como las del ISIS, que persiguen a todos. Todo esta situación fue fogoneada por las potencias occidentales, junto a Arabia Saudí, Qatar y otros países. Todos ellos crean el ISIS, que son mercenarios, asesinos.
- (Brahim) Es una guerra contra el terrorismo, en la que Siria aguanta el bloqueo económico a que está sometida y la guerra mediática, pero fíjese que pese a todo esto, pese a la destrucción de pueblos, de edificios y de muchos bienes culturales, el Gobierno continúa pagando los sueldos a los empleados y maestros.
- ¿Qué está pasando con los refugiados? ¿Sabe si sus compatriotas querrían venir a la Argentina, a la provincia de Tucumán?
- (A) Los sirios que están en condición de refugiados prefieren ir a Europa y no a América o a la Argentina. La mayoría de los sirios que tuvieron que salir del país están en Turquía, en campamentos cerca de la frontera, en donde los tratan como esclavos; se sabe que ahí hacen comercio con mujeres y con órganos de personas. Muchos, salieron obligados por el conflicto, porque cuando en una ciudad o región entran los terroristas del ISIS, le exigen a la gente que se unan a ellos o si no los matan en el acto. Entonces, muchos se escapan y terminan en Turquía. Pero en ese país lo instalan en esos campamentos que son igual de peligrosos que quedarse en sus pueblos, y entonces, prefieren salir de ahí y hasta morir en el camino hacia Europa, como se ha visto en estos días, pero no quedarse en esos lugares.
- ¿No existen pedidos de refugiados sirios para venir a nuestro país?
- (A) Le insisto, la mayoría que está en la condición de refugiados, quieren irse a Europa. Los gobiernos de Alemania o de Francia tienen muchas cosas preparadas para recibirlos a esa gente que están en campamentos de Turquía y también en Jordania. Y fíjese, el caso de esa familia siria que vino a Uruguay y ahora quiere salir del país. Pero, la verdad, es que hay trabas en la embajada Argentina en Damasco para hacer esos trámites. Les rechazan la visa, los pedidos, todos es muy engorroso y largo. Es cierto que hay argentinos que están ofreciendo sus casas y apoyos para que vengan por aquí, pero los sirios que están en Siria, están defendiendo el país, están juntos luchando para enfrentar esta situación... los que podrían venir, como le insisto, son los que por razones de la guerra han tenido que salir de sus pueblos e instalarse en campamentos.
- Pero, entonces, ¿no hay pedidos de ciudadanos sirios para venir a la Argentina, a Tucumán?
- (A) Hay pedidos para traer parientes, algunos familiares, a través del área de Migraciones, pero la embajada en Damasco hace prácticamente imposible que se pueda concretar el trámite... y fíjese que los argentinos no necesitan visa para viajar a Europa, pero la Argentina si le exige a los que podrían venir desde Siria...
- Cónsul Brahim, usted ve que existe esperanza de una solución de este conflicto?
- Los sirios siguen esperanzados en la paz, en vivir bien, a pesar de este horror. Es un pueblo de paz, le aseguro.