En diálogo con LA GACETA, el ministro de Seguridad Alejandro Cornejo se refirió a la compra de 200 pistolas de aires y gas comprimido para empezar a equipar a la Policía con herramientas “no letales”. Destacó que “no son fabricadas con la concepción de un arma de fuego” y que, por el contrario, el objetivo de la iniciativa apunta a “salvaguardar la vida tanto de los efectivos como de los ciudadanos”.
La idea es utilizar estas armas como método disuasivo durante situaciones de riesgo, aprovechando la precisión que poseen. “Servirá para algunas intervenciones policiales, sobre todo en las ocasiones en que la gente se resiste y tira piedras”, explicó Cornejo, agregando que “las viejas no eran eficientes para dispersar situaciones, ya que no tenían alcance a larga distancia, mientras que a corta distancia podían llegar a ser letales”.
De todas formas, el ministro de Seguridad aclaró que no se terminaron las tradicionales balas de goma, ya que las nuevas armas podrán utilizar dos tipos de municiones: unas de pintura, “que se utilizan para marcar a quien causa desorden y luego poder reconocerlo”; y otras de teflón y goma, que “al impactar contra un objetivo, generan dolor y se deforman, pero no penetran”.