La jefa de servicio del centro de salud contó cómo vivieron los momentos de tensión cuando un hombre amenazaba a los vecinos.
La jornada que parecía tranquila en el Centro de Salud Nuestra Señora del Pilar se vio interrumpida por un hecho de violencia que obligó a los médicos y pacientes que allí asisten a resguardarse por una hora en una de las salas de edificio.
María Mercedes Ramírez, la jefa de servicio del centro de salud, contó a LA GACETA SALTA que los sorprendió el hecho y que nunca había vivido una situación similar en los 28 años que lleva trabajando en barrio El Pilar.
“Esto ocurrió a las siete, cuando el personal estaba entrando. Esperamos que la policía cerque al hombre, mientras nos quedamos quietos, cerrando todo”, contó la odontóloga. A esa hora estaban los padres de sus pequeños pacientes de odontología, que suelen ir temprano a sacar turno para luego llevar a sus hijos.
No hubo heridos afuera ni dentro del lugar. Las persianas estuvieron cerradas todo el tiempo y María contó que durante todo el tiempo estuvo tratando de calmar a los pacientes y al personal.
Cuando la policía pudo detener al hombre, el centro abrió nuevamente y la atención fue normal durante el día.