Un estudio de la empresa Natura revela datos puntuales del mercado de perfumes masculinos en Argentina. Las cifras revelan la costumbre de los hombres en el rubro: dos de cada 10 hogares declaran haber comprado fragancias masculinas una vez al año.

La oferta de perfumes masculinos es inmensa y, cuando lo hacen, ellos compran 2 o 3 perfumes al año y adquieren un solo producto cada vez. De todas maneras, la compra de cosméticos, en Latinoamérica la dominan las mujeres que elige en el 45% de los casos y es quien compra en el 60% de las veces.

“Los hombres privilegian y le son fieles a aquellas fragancias que los representan. Les interesa que la fragancia sea masculina y que hable de su personalidad”, dice el informe. Además, explica que una vez elegido el camino olfativo que prefieren –herbal, madera o cítrico- es raro que elijan otra nota diferente y se mueven en productos que varían esas líneas. “Los hombres renuevan su compra de perfumes con un flanker, es decir, una variación de una fragancia determinada que ya eligieron”. Sin embargo, el informe revela que seis de cada diez personas que se acercan a la góndola de perfumes, no tiene en claro qué fragancia elegir.

Para elegir un buen perfume

En primer lugar, según la revista Vanitatis, hay que plantearse qué se busca y elegir un aroma que represente o sea acorde con la personalidad de cada uno.

La selección se basa en diversos aromas como los cítricos, con componentes como la mandarina, el pomelo o la naranja; herbales con aroma a hojas, tallos o árboles; orientales, a base de especias como la vainilla, la pimienta y la canela, suelen ser más adecuados para la noche; frutales con notas dulces y refrescantes y, por último, los amaderados con notas de madera, musgo, incienso, ámbar o resinas.

Una vez elegida la nota, se debe probar en la misma piel para ver cómo reacciona. “Que huela bien en una persona no es garantía de que suceda lo mismo con otra”, dicen los expertos.

Con respecto al uso de los perfumes, siete de cada diez personas los alternan de acuerdo a la ocasión, justamente porque se debe pensar para qué época del año se elige la fragancia, ya que las esencias no reaccionan igual al calor o al frío y para qué ocasión se usará: algún aroma “liviano” para el día y con más intensidad, para la noche.