Sociedad

“Mueren por un abandono crónico por parte del Estado y de la sociedad”

El médico cordobés Emilio Iosa, que se moviliza por la salud de las comunidades indígenas, relató la situación en “el interior profundo” de Salta y el país.
09 Sep 2016
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La medicina fue el puente para introducirse en aquellas zonas consideradas inhóspitas para la mayoría de los ciudadanos, pero para él son las tierras de nuestras raíces, la de los pueblos originarios, que desde hace más de 200 años fueron marginados de lo que le es propio. Él es Emilio Iosa, un cordobés que fundó hace casi diez años la fundación Deuda Interna y el Hospital Comunitario Móvil Dr. Salvador Mazza que llega hasta ahí, hasta donde la patria pareciera desdibujarse.

Desde este lugar, y con la autoridad que le da el camino recorrido, Iosa considera que los niños indígenas “mueren por una historia, por un abandono crónico por parte del Estado y de la sociedad que no puede, no sabe o no quiere mirar la existencia de nuestros pueblos originarios, prexistentes a nuestro estado nacional”.


Luego de recibirse en el 2003, este joven cordobés junto con otros profesionales se propusieron pensar y debatir sobre la necesidad de generar una institución al servicio de la comunidad en situaciones de vulnerabilidad social, ambiental, histórica, política, económica y cultura; lo “que significan una deuda interna que tenemos los argentinos”, subraya. De ahí el nombre de la organización que no recibe aportes de partidos políticos.

“Nuestro trabajo es interdisciplinario e intercultural, implica una visión de la salud comprometida, con  nuevos paradigmas socio-políticos sobre la salud humana y su relación con la injusticia y las inequidades sociales”, explica el médico a LA GACETA.

Argentinos con DNI pero sin acceso a la salud

Cuenta que se enfocaron en los pueblos indígenas porque “han sido y todavía son las comunidades más vulneradas desde el punto de vista de derechos humanos, territorial y de la salud”. Porque es “gente que a pesar de ser argentino y de tener DNI no tienen acceso a la más mínima atención de salud, en el ámbito público y privado”.

Con el hospital móvil de la fundación Deuda Interna, los médicos recorren los departamentos de San Martín y Rivadavia Banda Sur y Norte, llevando atención sanitaria y humana.


De esta manera, Iosa conoce de adentro “el interior profundo de nuestro país”, como él mismo lo llama. Por esto es que LA GACETA le pidió que describa la realidad de las comunidades originarias en la provincia. 

“La situación de las comunidades indígenas de nuestro país, sobre todo las zonas más alejadas de los centros urbanos, es la continuidad de un genocidio que ya lleva más de 200 años que comenzó con la fundación del Estado”, dice y advierte: “esta es una situación estructural no coyuntural, no se trata de un gobierno puntual sino que es una sucesión de gobiernos dictatoriales y democráticos que montados en un paradigma de desarrollo que tiene que ver con la apropiación del territorio histórico de las comunidades indígenas ha vulnerado, primero, por la fuerza el territorio indígena y luego se ha producido un abandono, un olvido y una marginación profunda en la política pública”.

Sin agua ni justicia

Cuenta además que hoy la gente “tiene que tomar agua de los charcos, es perseguida, violentada y marginada, no solo del sistema de salud sino del estado de derecho, porque no tiene acceso a la justicia, a la policía, no tiene acceso de ser protegida desde el punto de vista jurídico y realmente esto provoca problemas sanitarios graves”.

Entiende que para romper con este histórico abandono es necesario cambiar “la visión eurocéntrica de la salud” que tiene el Estado argentino.


“Es muy importante que podamos pensar nuevos paradigmas respecto a la atención medica sanitaria en el interior profundo de nuestro país, que podamos habilitar herramientas para las rupturas de la barrera de la inaccesibilidad  de la comunidades indígenas y poder sentarnos con ellos para trabajar y discutir el abordaje de las políticas públicas para poder así llegar a un mejor resultado y no estar echándole la culpa siempre al indígena sobre la muerte de sus hijos”, opina el profesional. Y a la vez repudia algunas declaraciones de funcionarios que endilgan la muerte de los chicos indígenas a cuestiones culturales, de abandono o vagancia.

El relato de la culpabilidad

 “Yo personalmente he visto muchísimos niños morir de desnutrición y de malnutrición en la zona del Chaco salteño y también de la Formosa profunda, sobre todo niños indígenas. Y realmente he escuchado barbaridades de funcionarios estatales, como por ejemplo decir que tienen la culpa los padres o es una cuestión cultural, cuando realmente tenemos que comprender los argentinos al respecto de nuestros pueblos indígenas es que hemos producido históricamente un avasallamiento a su territorio, una falta de respeto a su identidad, un marginación de su identidad, y esto impacta en muchos aspectos en la vida cotidiana de las comunidades”, subraya el médico.

“Le echan la culpa a la cultura o a la familia; pero nadie tiene cultura de dejar morir a sus hijos”, concluye Iosa, quien también fue crítico con la utilización mediática de estas noticias, las que –según dice- son usadas por algunos políticos para “el chicaneo”, mientras se siguen muriendo argentinos. 


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