A golpes de puño, con machetes en mano, cuchillos, gritos e insultos, los vecinos de la Ampliación de Barrio Parque La Vega se enfrentan desde el lunes. Esta tarde esa situación llegó a una máxima tensión. 

El motivo del conflicto es el mismo que empezó con la adjudicación de las tierras que realizó la Secretaría de Tierra y Hábitat a principios de este año.

En ese momento se adjudicaron terrenos a más de un propietario, por lo que varios beneficiarios se vieron obligados a instalarse en el lugar de manera precaria.

Luego, esto derivó en el inicio de una causa judicial que involucró al ex titular de la subsecretaría de Tierra y Hábitat, Diego Barreto, a quien se le atribuyeron 20 hechos por el delito de exacciones ilegales agravadas y 30 imputaciones en su contra.

Ahora, la situación volvió a tornarse violenta cuando grupos de vecinos se enfrentaron, en algunos casos con armas blancas y piedras, por la disputa de terrenos.

Es que desde el lunes, la Secretaría de Tierra y Hábitat adjudicó terrenos a familias que no habían sido beneficiadas.

Así lo confirmó Ángel Sarmiento, titular de cartera. “Frente al  proceso de investigación que llevamos adelante en el parque de la vega resultó que hay situaciones irregulares que están siendo resueltas a través de los distintos recursos” dijo a LA GACETA Sarmiento.

Respecto al procedimiento de nueva adjudicación, el secretario de Tierra y Hábitat, comentó que “en las últimas semanas se han intimados 20 familias en dos tandas para que justifiquen por qué no habitan los terrenos que les fueron adjudicados, pese a que la resolución de adjudicación pone como plazo 90 días para comenzar a habitar. Aunque podemos entender que por la situación económica sea difícil. Pero igual la gente hizo caso omiso de esto y no recibimos ninguna justificación, ni tampoco hay ningún rastro que hayan intentado habitar”

Pese a esto, hay vecinos que afirman vivir en esos terrenos y que se los quiere sacar a la fuerza.

Es el caso de Nadia Silvana Caliba, quien vive allí junto a su pareja y su hija. Hoy, cuando llegó de trabajar vio que un grupo de personas estaban rompiendo el cerco de su casa e instalándose en el terreno que, según afirma, habita desde febrero.

“Esto que ha pasado hoy ha sido un atropello a los derechos. Nos hacen padecer por ser pobres, yo cobro 3400 pesos y si no construyo aquí es porque yo con esa plata como junto a mi hija, es construir o comer y yo voy a preferir comer” contó Caliba.  

Del otro lado, están los nuevos adjudicatarios, quienes al llegar al lugar que se les indica se dan con que allí hay material que no les pertenece como bloques, ladrillos, y hasta construcciones precarias en las que hay camas, conexiones de luz y otros elementos.

Esto es lo que le sucedió a Luis Daniel Quispe, quien comentó a este medio: “nosotros somos los propietarios del terreno que nos dio tierra y hábitat y hay gente que nos quiere sacar el terreno”.

“En este terreno no había nadie solo unos bloques y vinimos el lunes a hacer posesión del terreno y aparecieron. La dueña no tenía papeles” agregó Quispe.

El resultante de este conflicto es la violencia entre los vecinos, que entre acusaciones cruzadas se amenazan, se insultan y por momentos quieren agarrarse a golpes.

La presencia de la policía es constante con varios móviles y efectivos distribuidos por todo el barrio, pero desde la fuerza afirman que recién hoy recibieron notificación para calmar los ánimos de las personas.