El cambio de estación trae consigo la baja de temperaturas y, en consecuencia, un mayor uso de la calefacción y una menor ventilación que sumado al aumento de la húmedad ambiental crean el ambiente perfecto para la proliferación de alérgenos de interiores, tales como los ácaros del polvo y los hongos, según Claudio Parisi, presidente de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC).
27 Mar 2017
1. Aspirar las alfombras con frecuencia y limpiar inmediatamente productos derramados
2. Ventilar los ambientes
3. Cambiar los filtros de la calefacción y del aire acondicionado
4. Usar protectores de almohadas y colchones y sábanas a prueba de ácaros